Los padres de 800 escolares impiden a sus hijos ir a clase con 14 niños de un poblado

Los 800 alumnos del colegio José Calderón Púa, de la barriada malagueña de Campanillas, llevan ya mes y medio sin asistir a clase por impedírselo sus padres, que se oponen tajantemente a la escolarización en el centro de 14 niños, de entre 4 y 12 años, vecinos del poblado marginal de Los Asperones. El conflicto, para el que no se encuentra salída, origina incidentes a diario.

Grupos de madres de alumnos se concentran todas las mañanas a. la, puerta del centro, que cierran con cadenas para evitar la entrada de los niños de Los Asperones, los únicos que acuden a clase desde hace tres semanas. Cuando llegan, protegidos por la polícia, en un microbús cedido por el Ayuntamiento, los agentes proceden a cortar las cadenas en medio de la protesta de las madres.El juez decano de Málaga ha admitido a trámite una querella presentada por la Asociación para la Defensa de los Derechos del Niño (Prodeni) por el daño que los padres están causando a sus propios hijos al impedirles asistir a clase.

Ni la querella, ni el acuerdo municipal para desmantelar gradualmente el poblado de Los Asperones, han disuadido a los padres. José Luis Calvo, presidente de Prodeni, considera la actitud de los padres es racismo vulgar disfrazado de otra cosa".

Cuando comenzó el conflicto, el pasado 20 de septiembre,los padres negaron que su oposición a la escolarización de los 14 niños fuese por motivos raciales -seis de ellos son gitanos y los restants,,s pertenecen a familias sin recursos- Explicaron que su postura obedecía a la masificación del centro.

La imposibilidao de encontrar una salida al conflicto -la Administración defiende el derecho de los 14 niños de acudir al colegio- ha creado una situación muy tensa en la que ya se han producido los primeros incidentes. El lunes por la noche varias personas intentaron quemar la agrupación del PSOE en Campanillas. Por la mañana un grupo de madres de los niños marginados, con palos en las manos, fue al colegio para defender a sus hijos. La policía evitó el enfrentamiento.