Ley con trampa

Mitsotakis está que trina. "Nueva Democracia (ND) es el mayor partido europeo, y sin embargo, una ley electoral absurda le impide obtener mayoría", aseguraba ayer el líder conservador griego, apenas se supo que, por segunda vez en menos de cinco meses, se le escapaba la oportunidad de poder gobernar en solitario, pese a una clara victoria relativa.Mitsotakis utiliza el ejemplo español para explicar su frustración. Unos días antes, [ver EL PAÍS del 2 de noviembre] se declaraba vencedor moral de las elecciones del pasado junio (cuando obtuvo el 44,3% de los votos, pero sólo 145 de los 300 diputados) y hacía notar que Felipe González, días antes, había conquistado la mayoría absoluta con sólo el 39,55%.

En opinión del dirigente conservador, el Gobierno socialista de Andreas Papandreu cambió la ley electoral para hacerla más proporcional que en el pasado, con el único objetivo de frenar el acceso al poder de ND. La principal consecuencia, añadía, fue el riesgo de convertir al país en ingobernable.

Como el domingo proyectó nuevamente una situación de bloqueo, que tal vez no tenga otra salida que otro recurso a las urnas, se han alzado algunas voces que piden una nueva refórma que acerque el sistema al vigente en España y otros países europeos. Pero es muy improbable que el PASOK y, la coalición de izquierdas que controlan los comunistas, se muestren receptivos. Sobre todo los últimos, que han visto reforzado su papel de árbitro y que, con la ley actual, duplican con creces, a igualdad de votos, su número de escaños, en relación, por ejemplo, a los comicios de 1985. En aquella ocasión, con la ley antigua, el PASOK, con el 45,82% de los votos (por debajo del resultado obtenido el domingo por la derecha) logró 1151 escaños, 13 más que los conquistados ahora por ND. Y los dos partidos comunistas, con el 11,73%, se quedaron en ocho escaños, frente a los 28 del 18 de junio (con el 13,1 %) o los 21 de anteayer (con el 10,9%). Y la ley no hay quien la cambie si se oponen los dos partidos de izquierda.