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El directivo de una empresa muere de una paliza que le propinaron en un aparcamiento

Jaime Caro Pino, de 44 años, directivo de una empresa de informática, murió el pasado jueves en el hospital de La Paz como consecuencia de la paliza que le propinaron varios individuos cuando iba a recoger su coche en el aparcamiento de la plaza de Barceló. La familia de la víctima asegura que los homicidas fueron unos vulgares atracadores, pero la policía no se atreve a aventurar aún ningu, na hipótesis. La esposa de Caro culpa a los médicos de no haber sabido diagnosticar las gravísimas lesiones de su marido y de haberle operado cuando su estado clínico era irreversible.

Acudió a la discoteca Pachá para celebrar la boda de un amigo. Sobre las cuatro de la madrugada del pasado miércoles, festividad de Todos los Santos, Jaime Caro salió del local y fue a buscar su Mercedes 320, que había dejado en el estacionamiento subterráneo de la plaza de Barceló.José Fernández, cajero del aparcamiento, ha manifestado que ese día no vio nada, aunque cree que los hechos se produjeron en el segundo sótano. "Hay un vigilante", explicó José Fernández, "pero esa noche tuvo que permanecer junto a la máquina de tickets porque estaba estropeada y no se levantaba la barrera". Por ser víspera de un día festivo, el aparcamiento registró un gran movimiento y el cajero asegura que en su turno cobró a 540 usuarios.

Beatriz, esposa de Jaime Caro, explicó ayer que éste, tras la agresión, regresó a Pachá tambaleándose y les dijo a sus amigos que "le habían atracado tres individuos con navajas y que le habían dado una paliza, pero los amigos creyeron que estaba bebido".

La familia de Caro dice que los amigos le metieron en un coche y estuvieron "dando vueltas por Madrid para ver si se recuperaba". Alrededor de las 10 de la mañana, al advertir que se agravaba su estado, el herido fue trasladado a su domicilio, un chalé de la calle Cuarta, junto a la calle de Alfonso XIII, en el distrito de Chamartín.

Los familiares llevaron a la víctima al hospital infantil de San Rafael, en el número 199 de la calle de Serrano, "por ser el que estaba más cerca". Sin ombargo, los médicos aconsejaron que fuera trasladado urgentemente al hospital de La Paz.

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La viuda acusa

La esposa de Jaime Caro, restauradora de obras de arte, recuerda: "Los médicos de La Paz me dijeron que no tenía ninguna lesión interna. Sólo le miraron la cabeza. Pero no le hicieron un escáner de todo el cuerpo y por eso no vieron que estaba destrozado". El paciente, que en ningún momento recuperó la consciencia, fue operado quirúrgicamente al día siguiente, jueves, y falleció media hora después.

Jaime Caro Pino, padre de una niña de cuatro años y de otra de sólo un mes, era uno de los directivos de Orange, una empresa de informática concesionaria de la firma IBM. El viernes fue enterrado en el cementerio de Olmedo, en Valladolid, capital donde su padre trabaja como directivo en la fábrica de automóviles FASA Renault.

La viuda de Caro repite una y otra vez que su marido "era un hombre decente, un buen esposo y un buen padre". No niega que acudiera con cierta frecuencia a la discoteca Pachá, pero afirma tajantemente que "Jaime era un gran trabajador, no un vividor".

La policía tuvo conocimiento de la muerte violenta de Jaime Caro a raíz de las llamadas de varios periodistas que el pasado viernes se interesaron por la marcha de las investigaciones. Ni el Grupo de Homicidios de la Brigada Judicial ni la comisiaría del distrito de Centro tenían la menor noticia sobre este caso. Agentes de una y otra unidad se hallaban ayer realizando pesquisas para identificar y detener a los asesinos, pese a que seguían sin haber sido requeridos judicialmente para ello.

Al parecer, los médicos de La Paz enviaron el parte de defunción al juez de Instrucción que se hallaba de guardia el pasado jueves. Paralelamente, el cadáver fue conducido al Instituto Anatómico donde el forense le realizó la autopsia y comprobó que la víctima había muerto a causa de un politraumatismo y una hemorragia interna que desembocaron finalmente en una parada cardiorrespi,ratoria.

Aunque ya han transcurrido varios días desde que se produjo el crimen, ningún juez ha ordenado a la policía que inicie investigaciones para aclarar la muerte de Jaime Caro, según indicaron ayer fuentes policiales. Por su parte, la familia de la víctima tampoco informó de lo ocurrido a la policía. "Lo único que nos preocupaba en ese momento era salvar la vida de Jaime", declaró su mujer a este periódico, tratando de contener las lágrimas.

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