Área de descanso
La Consejería de Integración Social de la Comunidad de Madrid quiere poner en marcha en los primeros meses del año 1990 una especie de área de descanso para las prostitutas que trabajan en la. zona centro de la capital. Se trata de un local donde estas mujeres podrán descansar, tomar refrescos sin alcohol, asearse, adquirir preservativos y recibir información sobre las ayudas que se les puede prestar desde las instituciones oficiales.La Administración regional está realizando gestiones para adquirir un local en el que instalar esta área de descanso, y en estos momentos mantiene conversaciones con los propietarios de tres inmuebles. Además, este proyecto dispone de un presupuesto de 10 millones de pesetas para sufragar los gastos de personal y equipamiento.
El citado centro estará abierto desde las cinco de la tarde hasta las cinco de la mañana, según el plan inicial. "Se trata de crear un lugar de encuentro donde las prostitutas puedan descansar, lavarse o tomar un té. Una asistenta social les informará de qué tienen que hacer para salir de la prostitución", según manifestó un portavoz oficial.
Las gestiones para encontrar un lugar adecuado en el que instalar el local se encuentran muy avanzadas y se realizan con exquisita cautela para no despertar reacciones adversas entre el vecindario.
Según Consuelo Ruiz Jarabo, secretaria de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública, en Madrid hay cuatro grupos de prostitutas: amas de casa que viven en el extrarradio y trabajan unas horas al día, las profesionales que habitan en el gueto del centro, las heroinómanas, y las ancianas que subsisten con la mendicidad y se hacen un par de hombres al día.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.