_
_
_
_
Entrevista:ELECCIONES EN GRECIA

Theodorakis: "Quieren matarme"

El compositor de 'Zorba el griego', candidato de la derecha, cree que está amenazado por el terrorismo

LUIS MATIAS LÓPEZ ENVIADO ESPECIAL

Pregunta. He leído que está usted sometido a una fuerte protección policial por temor a un atentado, pero lo cierto es que apenas si he podido apreciarla al llegar.

Respuesta. Pues están ahí enfrente. Desgraciadamente, son necesarios. Grecia se enfrenta a un grave problema de terrorismo político que se ha cobrado ya 14 víctimas, la última de ellas en septiembre, la de Paulos Bakoyanis, yerno de Mitsotakis, el líder de Nueva Democracia, y que tenía la responsabilidad del diálogo con la izquierda. Era una especie de Aldo Moro a la griega. El mismo día en que caía asesinado, se comenzaba a discutir en el Parlamento sobre el escándalo Koskotas. Y hace sólo unos días se produjo la muerte, en Mitilene, cuando manipulaba una bomba en el lugar en el que Mitsotakis iba a participar en un mitin, de un hombre del Ejército del Aire que pertenecía a los servicios secretos especiales, un sector en el Ejército y en la policía cuyo jefe, gracias a una ley aprobada en 1985, era hasta hace unos meses Andreas Papandreu. Él puso allí a gente de su absoluta confianza. Y nadie sabe exactamente lo que hacen. Fueron ellos los que pusieron en marcha las escuchas telefónicas ilegales. Papandreu era el supervisor de estas fuerzas, y Tsimas, el jefe directo, un hombre de la confianza del entonces primer ministro, que incluso le hizo diputado europeo. Tengo muchas sospechas de que este terrorismo tiene apoyo en los servicios secretos, en la policía, en la justicia y en la Prensa.

Más información
Una sinfonía popular para Barcelona 92
La mayoría absoluta de la derecha pende de un hilo

Disparar desde la Acrópolis

P. ¿Es usted un objetivo claro del grupo terrorista 17-N?

R. Por supuesto. Uno de los primeros. Quieren matarme. Incluso antes de las elecciones [la entrevista se celebró el pasado martes]. Si lo han decidido, pueden hacerlo. Por eso tomo mis precauciones, pero no bastan. Podrían disparar con un lanzagranadas [señala la cercana colina de la Acrópolis]. Tal vez lo hagan ahora mismo, mientras estamos hablando.

P. Intentaré entonces ser breve. Según usted, no son sólo cuatro los escándalos de la Administración socialista, sino al menos cinco, si se cuenta también el del terrorismo.

R. Es más grave que eso. Yo soy el primer griego que dice las cosas que todo el mundo piensa. Yo conozco quién es el culpable moral. He dicho su nombre ante el fiscal general, con elementos que prueban esta responsabilidad.

P. ¿Cree usted que, aparte de esa responsabilidad moral o política, Papandreu tiene también otra penal?

R. Yo no digo el nombre, no digo Papandreu. Yo digo él. Lo que sí afirmo es que en el Gobierno del PASOK había complicidades.

P. Lo cierto es que no se ha detenido a un solo miembro del 17-N.

R. El 17-N no existe. Mire, ahí está la raíz de que yo colabore con Nueva Democracia. Uno de los primeros objetivos es luchar contra el terrorismo, con ayuda del partido y del Estado.

P. No hay, por tanto, un motivo ideológico para su extraño tránsito.

R. Por supuesto, yo sigo siendo un independiente de izquierdas. En los últimos meses, los comunistas han colaborado con la derecha sobre una base que no era ideológica, sino de programa, con el objetivo común de aplicar la catharsis [depuración de la vida política] para promulgar leyes que eviten situaciones similares en el futuro, controlar la dirección de las grandes empresas públicas, de los gastos militares, etcétera.

P. De la izquierda a la derecha sin pasar por el centro. ¿Por qué no ha defendido estos principios de los que habla desde el grupo comunista, como en el pasado?

R. Yo fui diputado por el partido comunista hasta 1986. Pero tenía una divergencia esencial con mis camaradas: que ellos se hacían ilusiones respecto a Papandreu. No comprendían lo que es, pero yo sí. Por eso insistí sin éxito durante años en que había que distanciarse de él. No habría podido construir su pirámide de poder sin la ayuda de los comunistas. Por eso me fui.

P. Y la ideología, ¿dónde queda?

R. Para Grecia, hoy, lo que importa no es entronizar la dictadura del proletariado, construir el comunismo o el socialismo. Es una cuestión de democracia. Tenemos una democracia de 15 años, como en España. Ustedes han salido de una dictadura de 40 años, pero cuando hubo aquel atentado en las Cortes [se refiere a la intentona golpista de febrero de 1981] todos los partidos apoyaron la democracia, incluyendo a mi amigo Carrillo. ¿Por qué aquí no hay una posición común sobre las cuestiones nacionales, como la democracia y el terrorismo?

P. ¿Por eso se ha pasado a la derecha?

R. Colaboro con Nueva Democracia porque está decidida a liquidar la red terrorista y a continuar la depuración no solamente a nivel de ex ministros, sino en todos los sectores. Le han robado a Grecia miles de millones de dólares, la gente del PASOK ha vaciado las arcas públicas. Pero hay algo más, y es que yo tengo una confianza absoluta en Mitsotakis.

P. ¿Ha sido ése el factor decisivo?

R. Sí. Es un hombre de tradición liberal. Su abuelo creó el Partido Liberal. Es sobrino-nieto del gran Venizelos. Los dos somos cretenses y casi parientes. Pero mucho más importante que todo eso es que colaboramos en la lucha contra la dictadura de los coroneles durante cuatro años. Somos antiguos camaradas. Tengo una confianza absoluta en él.

P. ¿Cree usted que es la persona que puede salvar a Grecia?

R. Sí. Es un hombre lionesto que ama al pueblo, que sabe perfectarnente lo que hay que hacer; moderno, europeo, sin complejos.

P. ¿Qué hará usted si sus

Theodorakis: "Quieren matarme"

convicciones chocan con la línea de Nueva Democracia?R. Ésa es una cuestión muy grave para mí. Primero expresaría mi opinión y buscaría un compromiso. Pero, si ello no fuera posible, antes de ir contra mi conciencia votaría en contra, incluso en el Parlamento.

P. Los dos principales partidos aseguran que la libertad estará amenazada si el rival gana las elecciones.

R. Mire, yo creo que la libertad, tal como fue restaurada tras la dictadura, es una adquisición de todo el pueblo. En los siete años de gobierno de Nueva Democracia se respetaron los derechos y libertades democráticos. Luego llegó el PASOK, que hizo otro tanto. Sin embargo, intentó, en el interior del sistema, construir una pirámide de poder en la que él era el único responsable. Porque en el PASOK las decisiones no se toman por el comité central, sino por él. Cambió 17 veces el Gobierno, hizo ministros a casi todos los diputados. Nadie tiene autoridad para hablar. No había Gobierno, sólo él. Los diputados se limitaban a votar las leyes sin discutir, incluso apoyaron una que el viceprimer ministro Kutsogiorgas vendió por dos millones de dólares al señor Koskotas. El presidente de la República es una pura figura decorativa. Él decapitó a los sindicatos. Con la excusa de que todos somos copropietarios, eliminó el derecho de huelga, prohibió el aumento libre de los salarlos. Quiso construir un poder personal con cuatro pilares: los servicios secretos; la llamada ideología de Avriani [diario sensacionalista pro PASOK], que prepara un Le Pen griego; el control de los medios de comunicación y de la banca, y el terrorismo fantasma. ¿Resultado? Que se paró todo; estamos en la cola de Europa.

Contra la violencia

P. ¿Cree usted que él terminará en la cárcel?

R. No me interesa si las responsabilidades penales son mayores o menores que las políticas. La justicia seguirá su curso, pero no en seguida, porque ahora los jueces están aterrorizados por el 17-N. Si el juicio se celebrase inmediatamente, todos dirían inocente, pero espero que en unos meses se acabe con los terroristas.

P. ¿Sigue siencio usted un revolucionario?

R. No me gusta la palabra. Prefiero decir que soy un demócrata, contrario a la violencia, que lucha contra la injusticia.

P. ¿Qué piensa usted cuando le llaman traidor?

R. Es el resultado del odio y del fanatismo. El hombre que dice la verdad siempre es considerado un traidor.

P. ¿Y cuando le llaman loco genial?

R. No está mal eso. Corno Don Quijote. En mi locura digo cosas antes de que ocurran, sé predecirlas. Yo propuse la formación del Gobierno de Yanetakis. Y, si quisiera, sería cabeza de lista de cualquier partido. ¿Por qué me quieren entonces? ¿Por mi locura?

P. Debe ser una enorme responsabilidad ser un símbolo de Grecia.

R. Sí, y lo acepto.

P. ¿Qué es Grecia para usted?

R. Lo que España para usted. Mi patria.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_