Una sinfonía popular para Barcelona 92
"Creo que para los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona compondré una sinfonía popular, mediterránea, al estilo de Zorba", asegura Theodorakis, a quien el presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, presentó una idea personal cuando viajó a Atenas, hace unos meses, para hacerle la propuesta. "Él piensa", dice el autor de la música de Z, "en una sinfonía con cuatro tiempos que recoja la época griega antigua, la medieval, la restauración de los Juegos hace un siglo y la posterior expansión mundial".Mikis, que tiene en mente una obra coral de 70 minutos de duración, afirma, no obstante, que este proyecto tendrá que esperar un poco, hasta que la primavera próxima concluya lo que ahora se trae entre manos, el sueño de su vida, la ópera Medea, en la que lleva trabajando ya un año y que le ha hecho gastar montañas de papel pautado, parte del cual se amontona en la mesa de su despacho, tras la que hay enmarcados varios discos de oro. Su lucha olímpica tiene también otro frente: la candidatura de Atenas como sede de los Juegos Olímpicos de 1996, lo que supondría un reto histórico para una ciudad asfixiada y que esta misma semana ha estado al borde de ahogarse en una nube de polución.
Sigue siendo ante todo un músico ("prirnero, la música; luego, la política"), y no quiere que sus nuevos compromisos le aparten de su carrera. Por eso rechaza cualquier responsabilidad de gobierno, como el Ministerio de Cultura, que ha ocupado durante ocho años su vieja amiga la actriz Melina Mercouri. Ambos están ahora muy distanciados, y otro tanto le ocurre con María Faranduri, la cantante que recreó tantos de sus temas.
Las dos artistas son candidatas del PASOK en las elecciones de hoy. "Las dos saben que están en un partido de ladrones", afirma, "y dentro de un par de años se avergonzarán de ello".
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