_
_
_
_

Londres quiere negociar con el brazo político del IRA

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Peter Brooke, ministro para Irlanda del Norte británico, reconoció ayer que "es dificil prever una derrota militar" del Ejército Republicano Irlandés (IRA), y reveló su disposición a entablar negociaciones con el Sinn Fein, el brazo político del IRA, si el grupo terrorista renuncia a la violencia. La propuesta, que no fue formulada explícitamente, cayó como una bomba en el Ulster, donde los protestantes radicales hablaron de traición y el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, dijo que no aceptaba condiciones previas. Brooke aprovechó el que cumplía ayer cien días en el cargo para desvelar la nueva disposición de Londres ante un conflicto que ha costado casi 3.000 vidas en 20 años: "Si los terroristas decidieran que ha llegado el momento de abandonar sus actividades, creo que el Gobierno necesitaría ser imaginativo para tratar la situación". Sobre la eventual negociación con Gerry Adams, cuyo partido pide, como el IRA, la retirada británica del Ulster, Brooke recordó que cuando se inició "el movimiento hacia la independencia de Chipre, un ministro británico se levantó en la Cámara de los Comunes y empleó la palabra "nunca" de un modo que tuvo que abandonar dos años más tarde".

"Hay que reconocer que es dificíl prever una derrota militar de terroristas tan bien organizados como los del IRA, aunque las fuerzas de seguridad pueden realizar una política de contención que permita, en términos generales, desarrollar una vida normal en la provincia", por lo que hay que explorar otras vías para poner fin al conflicto, dijo Brooke.

La mejora de las condiciones económicas, la creación de puestos de trabajo, la transferencia de poder a los políticos de la provincia, sin contribuir directamente a derrotar al terrorismo, podrían contribuir a generar un debate entre los terroristas sobre el sentido y finalidad de sus actividades, dice Brooke.

Fuentes gubernamentales aseguraron ayer que las palabras del ministro no contradicen la posición de Margaret Thatcher y que debe descartarse toda idea de una negociación con terroristas. "La renuncia a toda violencia ha de ser expresa antes de que se lleve a cabo ninguna reunión", dijeron.

Gerry Adams, en la actualidad presidente del Sinn Fein, participó en las negociaciones que el IRA mantuvo en 1972 con William Whitelaw y ayer dijo que estaba dispuesto a entablar discusiones para conseguir una paz duradera en el Ulster, aunque no aceptaba condiciones previas. Para Adams, el reconocimiento de que el IRA no puede ser derrotado convierte en un imperativo moral esas conversaciones.

Los unionistas protestantes estaban ayer desconcertados e lan Paisley consideró que la propuesta es "una traición y una rendición". Otro político protestante más moderado, Ken Maginnis, reconoció que "es una realidad política" la imposibilidad de derrotar al Ejército Republicano Irlandés, pero que "tiene que dejar de existir como organización militar" antes de que se pueda abrir un. diálogo político con el Sinn Fein.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_