El Gobierno regional imputa a la abstención sindical el retroceso electoral socialista

El Gobierno de la Comunidad de Madrid achaca a la escasa movilización de los votantes de izquierda en las áreas con fuerte implantación sindical el retroceso electoral de 200.000 votos que ha sufrido el PSOE en los últimos tres años. Según precisaron ayer el portavoz del Ejecutivo autónomo, Ramón Espinar, y el consejero de Agricultura, Virgilio Cano, el mayor índice de afluencia a las urnas en los barrios y pueblos tradicionalmente más conservadores favoreció la primacía regional del PP en los comicios del pasado domingo.

El Consejo de Gobierno considera como causa fundamental del descenso socialista la "fuerte presión del movimiento sindical" contra la política económica del PSOE. Esta tendencia motivó una mayor abstención en los distritos de la capital y en los grandes municipios del área metropolitana donde tienen su feudo los partidos de izquierda. Cano señaló que en esas áreas la abstención fue superior en un 6% a la registrada en las zonas donde los partidos de centro-derecha han tenido mayoría (un 76% de participación).Cano subrayó que si los sufragios del pasado domingo fueran extrapolables a unos comicios autonómicos la Asamblea quedaría en manos del PSOE e IU (34 y 16 escaños, respectivamente) frente a los 35 del PP y los 11 del CDS, con una ventaja "más nítida" para la izquierda que la actual. Cano agregó que el PSOE ha sido el partido más votado en 90 municipios, mientras el PP domina en 83.

El ascenso de IU, que gana más de 250.000 votos respecto a las legislativas de 1986, supone, según Cano, una recuperación del electorado que respaldó al PCE en 1977 y 1979 al haber recogido el voto sindical.

Alternativa por la derecha

Espinar afirmó que todo "proyecto de izquierdas que quiera tener primacía en Madrid debe tener en cuenta a los sindicatos". Sin embargo, puntualizó que Ios resultados [de los comicios] en Madrid demuestran que la alternativa a un Gobierno del PSOE nunca está a su izquierda, sino en los más rancio de la derecha". Espinar apostó por la concertación con CC OO y UGT, pero en el marco de las competencias regionales. A su juicio las exigencias de los sindicatos deben ser planteadas al Gobierno central.

Espinar analizó la especulación del suelo y el encarecimiento de las viviendas en Madrid, como factores que han supuesto la salida de las familias con rentas más bajas la capital. Espinar asumió "la parte de responsabilidad del PSOE", en esos procesos, aunque resaltó las actuaciones de la Comunidad para promover la adjudicación de suelo a precio tasado a cooperativas y destinado a viviendas sociales.

Espinar aseguró que el Gobierno regional mantiene la decisión de someter a la Asamblea el proyecto de ley de disolución de la Cámara, cuya tramitación debatirá el pleno el próximo día 8. A su juicio, el Estatuto de Autonomía permite la aprobación de dicha norma, que facultaría "sin más medidas dilatorias" a Joaquín Leguina para convocar elecciones anticipadas. El portavoz descartó cualquier pacto con otras fuerzas de la Asamblea para sacar adelante el proyecto de ley, aunque avanzó que su grupo intentará convencer a los demás grupos de la conveniencia de la disolución. El PP ya anunció ayer su decisión de votar en contra del proyecto de Leguina. Mientras, el comité ejecutivo regional del Partido Popular aprobó ayer respetar "en todos sus términos y sin variaciones" los acuerdos alcanzados con el CDS en la Comunidad y el Ayuntamiento.