La italiana Impresit cuestiona el pago de 2.400 millones por el 26% de HASA, adquirido en 1986

La empresa italiana Impresit, filial del grupo Fiat, ha planteado a sus socios del grupo HASA la conveniencia de revisar la auditoría realizada por la firma Peat Marwick sobre los estados contables de la constructora española correspondientes al pasado ejercicio. Esta auditoría implica el pago de casi 2.500 millones de pesetas por parte de Impresit para completar la adquisición del 26% del grupo constructor español. La empresa italiana, que hizo efectivo un primer pago al contado por valor de 1.000 millones, ha paralizado ahora la entrega de los 1.500 millones restantes en un intento de renegociar el precio final de la operación.

Tanto Impresit como El Banco Árabe Español (Aresbank) entraron en HASA hace tres años a raíz del acuerdo alcanzado por la Dirección General del Patrimonio con los actuales gestores de la compañía constructora española, Mario Caprile y el grupo Aristos, encabezado por Joaquín Casasús y José Joaquín Barneto. En aquel momento, Impresit asumió una participación del 26% mientras que Aresbank compró el 25%.Una y otra empresa abonaron 1.000 millones de pesetas como pago al contado, aplazando el resto en función al valor patrimonial de HASA, para lo cual decidieron utilizar la auditoría correspondiente al ejercicio de 1988, una vez que el grupo constructor tuviera consolidado su proyecto empresarial con Huarte y el resto de empresas filiales.

La auditoría en cuestión, realizada por Peat Marwick, fue terminada a finales del pasado mes de septiembre y remitida oportunamente por HASA a sus dos socios. La firma auditora fijaba en 21.000 millones la valoración del grupo español que, después de ajustes, ha quedado situada en 19.000 millones. Este importe representa un precio de 4.940 millones de pesetas por el 26% del capital, si bien los contratos con Impresit y Aresbank establecen una bonificación del 50% sobre el precio final, por lo que la constructora italiana ha de abonar 2.470 millones de pesetas, de los que todavía restan por habilitar unos 1.500 millones.

Distinto acuse de recibo

La auditoría de Peat Marwick ha registrado, sin embargo, un diferente acuse de recibo por parte de los dos grandes accionistas que junto a Mario Caprile controlan el grupo HASA. De hecho, Aresbank ha satisfecho inmediatamente el importe de la operación, mientras que Impresit ha puesto en tela de juicio la valoración de la constructora española, paralizando, de momento, la aportación de los fondos correspondientes y solicitando a la dirección de HASA la posibilidad de renegociar el precio final de la operación.Para HASA, el problema tiene fácil solución, considerando que la auditoría representa un medio de arbitraje acordado de antemano por las partes. En otras palabras, HASA considera que todo es discutible menos la valoración de Peat Marwick.

El plazo para hacer efectiva la compra del 26% de HASA por parte de Impresit vence el próximo 30 de noviembre, por lo que la constructora italiana y la dirección del grupo español tienen tiempo suficiente para alcanzar un acuerdo. Ninguna de las dos partes quieren pensar lo que representaría la ruptura de su asociación, máxime teniendo en cuenta que Mario Caprile, presidente de HASA, ocupa al mismo tiempo un puesto en el consejo de administración de Impresit.

En este mismo sentido se pronunció ayer el grupo Impresit, a través de un portavoz oficial, quien señaló que, en realidad, "no existe ningún desacuerdo, sino el normal debate para mejorar las relaciones entre socios y los resultados de la empresa". HASA e Impresit parecen, pues, condenadas a entenderse, pero la situación planteada no deja de ser un contratiempo, justo en un momento en el que HASA precisa más que nunca el respaldo de un socio extranjero.