Vuelve Néobop

Neobop abrió el segundo concierto de estas dos jornadas dedicadas al jazz madrileño en este décimo festival con Dolphin dance, la composición de Herbie Hancock, adecuada carta de presentación de este grupo felizmente renacido. El batería Carlos González es el fundador y director de Neobop, que en estos 10 años ha registrado diversas formaciones.El nombre del grupo y el tema de entrada hacen referencia a una adscripción precisa: el nacimiento de un nuevo bop en los años ochenta que tiene en el quinto de Miles Davis de los años setenta el modelo de lo que debe ser una formación jazzística.

Junto a Carlos González están Chano Domínguez, un pianista que sabe estructurar sus solos, que no se detiene y crea tensiones y nuevas líneas hasta el final; el guitarrista Joaquín Chacón, que presta un juego de intercambio con el pianista verdaderamente original, y Manolo Calleja, un contrabajista todo terreno. El cuidado en los clímax, los cambios de tensión y la interacción constante hacen que este grupo esté ahí donde empieza a nacer el jazz, no a ser interpretado.

En Solar, la segunda bandade la noche, Chacón también comparece como guitarrista, junto al líder, el pianista Pedro Ojesto, el contrabajista Manuel Calleja, el batería Guillermo McGill, y en este concierto tuvieron como invitado al saxofonista y flautista Jorge Pardo. El temario, original de Ojesto, es estimable y la presencia de Pardo dio rotundidad al grupo. Pero pudieron sentirse reiteraciones en estructuras que pudieron restarle capacidad de comunicación con un público que esta vez también llenó.