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Protesta vecinal en Buitrago por la escolarización de 60 niños con problemas familiares

Los niños y los padres de alumnos de la escuela comarcal Peñalta, en Buitrago de Lozoya, donde estudian unos 340 escolares de 16 pueblos de la Sierra Norte, se manifestaron ayer en protesta por la masificación y las malas condiciones docentes del colegio, agravadas desde que, a principios de curso, fueron escolarizados allí 60 niños procedentes de la Fundación Virgen del Mar, que acoge a niños huérfanos o con graves problemas familiares. Los manifestantes, que cortaron durante una hora la carretera N -1 (Madrid-Irún) a su paso por la localidad, originaron retenciones de vehículos de hasta cuatro kilómetros.

El Ministerio y la Consejería de Educación mantienen que la escolarización de los niños acogidos por la Fundación Virgen del Mar en un centro normal es necesaria para evitar que se conviertan en niños diferentes.En la escuela comarcal de Buitrago de Lozoya estudian EGB los niños otros 15 pueblos de la Sierra, algunos de los cuales están situados a distancias superiores a los 15 kilómetros. Los alumnos acuden en los autobuses escolares, por carreteras comarcales deficientes y, sobre todo en invierno, peligrosas.

La manifestación de padres y alumnos, que se desarrolló a partir de las 5.30 de ayer, originó colas de vehículos de hasta cuatro kilómetros en la N-I, especialmente en dirección a Burgos, ya que en el sentido opuesto la Guardia Civil desvió el tráfico. Los manifestantes, que portaban pancartas con inscripciones contra la degradación de la Sierra Norte, se disolvieron sin que se registraran incidentes alrededor de las 6.30 horas.

La escuela comarcal, según el portavoz de la asociación de padres de alumnos (APA), Antonio Álvarez, siempre ha tenido problemas de funcionamiento, pero desde la llegada de los 60 niños de la fundación, la masificación se ha agravado: "Hemos tenido que utilizar como aulas incluso la biblioteca y la habitación donde se guardaba el material deportivo, una habitación que tiene forma de ele, por lo que los últimos niños no ven al profesor", afirmó.

Los nuevos niños, añadió el portavoz M APA, presentan un problema añadido: "Necesitan profesores especializados y equipos de apoyo; muchos de ellos llevan un retraso de hasta tres años en su formación educativa". Álvarez negó que los padres se opongan a la integración de los niños, pero insistió en que el colegio necesita más medios.

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Aurora Ruiz, directora de Educación de la Comunidad de Madrid, defendió la integración sin paliativos de los 60 niños en la escuela comarcal: "Es una política que estamos desarrollando desde hace cuatro años. Los niños ya están internos en la fundación, y no es conveniente que también estudien allí, porque así sólo conseguiremos que, efectivamente, sean niños diferentes".A su vez, Carlos Vacas, subdirector de EGB de la dirección provincial de Educación, negó que la escuela comarcal padeciera una masificación tan grave como argumentan los padres, con los que afirmó que se habían reunido el pasado 26 de septiembre para discutir eI problema.

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