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LA BATALLA POR EL VOTO

José María Aznar, a piñón fijo

El candidato del PP muestra un espíritu de publicista

Designado para competir con Felipe González a tan sólo dos meses de las elecciones, José María Aznar ha desarrollado su primera campaña electoral como candidato del Partido Popular a presidente del Gobierno con la mentalidad del publicista, que pone la confianza en que el mensaje resulte eficaz a fuerza de repetirlo hasta la saciedad. Desde Palma de Mallorca a La Coruña, desde Oviedo a Málaga -por utilizar una expresión habitual de Manuel Fraga y que ha heredado Aznar-, ha expuesto durante 18 días siempre el mismo discurso político, y a menudo la misma ordenación de las propuestas y de las críticas, idénticas expresiones en el lenguaje y similares entonaciones de voz.Desprovisto de la chaqueta, en camisa de rayas azules y con corbatas, empieza sus mítines explicando que "¡palabra!", el lema de su campaña, significa compromiso; compromiso de trabajo, compromiso con los ciudadanos, compromiso por atender lo que Valencia [Baleares, Galicia, etcétera] exige, que es de justicia y es necesario. ¡Porque defender los intereses de Andalucía [Castilla y León, Canarias, etcétera] es defender los intereses de España.?".

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"Nosotros lo haremos desde el Gobierno porque a nosotros no nos pasa lo que le pasa a Felipe González, que primero descubrió la economía de mercado, luego descubrió las autopistas, después de decir que eran un invento fascista, luego descubrió la Guardia Civil, ahora descubre los Estados Unidos ¡y no se ha enterado de donde queda Zamora! [Valencia, Burgos, Valladolid, etcétera]", exclama entre aplausos del público.

"La alternativa sólo es el Partido Popular, que puede y que debe ser el Gobierno de España", insiste una y otra vez, especialmente desde que se publicaron las últimas encuestas.

Aznar reclama una y otra vez un debate con Felipe González, "donde quiera, cuando quiera y como quiera". Aunque a continuación hace una confesión cargada de ironía: "Comprendo que eso va a ser difícil, porque hay un folleto de los socialistas de Cataluña que dice que Felipe González es nada menos que el elegido de los dioses" (risas y abucheos).

"Eso dice, eso dice (nuevos silbidos del público). Dice el folleto, dice el folleto", añade con la voz de quien se disculpa pero a la vez quiere incitar a la protesta.

"Y dice que con su aspecto agitanado y mediterráneo (pitidos) hace suspirar a las damas nórdicas (gran bronca del público). ¡Podía darse una vuelta por Córdoba y ver a las cordobesas!" apostilló en esta capital andaluza. %Cómo un elegido de los dioses iba a venir a Valencia [Málaga, Burgos, etcétera]? ¡Faltaba más! ¿Y cómo un elegido de los dioses se va a ocupar de dar la cara por los problemas de España? ¡Faltaba más!".

Electoralismo

En tono indignado, pone como ejemplo del electoralismo descarado de González la reciente celebración de la cumbre hispanofrancesa en la capital de Castilla y León: "Ahora se ha ido a Valladolid, se ha ido a mi tierra, a reunirse con Mitterrand, en plena campaña electoral. No ha ido nunca por allí, pero va ahora. Y, por supuesto, va a poner los intereses de España debajo de los intereses del Partido Socialista".

En el mismo tono de indignación Aznar denuncia un interés electoralista en llevar a cabo, a pocos días de los comicios, una reunión de la trilateral contra la droga. "¡Qué cumbre ni que trilateral ¡No haber hecho la reforma más irresponsable que se conoce, que ha hecho de España punto de entrada del tráfico de droga en Europa!", exclama. "Ahora nos dicen que van a reclamar a los etarras que están veraneando en el Caribe. ¡Pues no haberlos mandado allí, que nadie les dijo que los mandaran! Ahora", insiste en medio de fuertes aplausos, . se les ocurre decir que van a reformar el Código Penal para que el terrorista que sea juzgado cumpla íntegramente su condena en prisión. ¡Pues haberlo hecho, que han tenido siete años!".

Harto, dice, de que le pregunten qué le parece lo que afirma Txiki Benegas de que él está "crudito" para competir con Felipe González, Aznar replica enfadado, con contundencia: "Más vale estar crudito que mal asado (risas). Prefiero estar crudito a estar podrido, borracho y engolfado de poder como están los socialistas. ¡Podridos, borrachos y engolfados de poder! (grandes aplausos)".

"Y no es verdad que todos los políticos seamos iguales. ¡Yo he entrado en un cargo público con una mano delante y otra detrás y he salido con una mano delante y otras detrás!."

Aznar se revuelve ante la sensación de que muchos ciudadanos consideran muy difícil que varie la situación política. "Nos dicen que se hace la única política que se puede hacer. Le dice el señor Romero a los agricultores: 'Os tenéis que jubilar a los 60 años'. ¡Qué se jubilen ellos!", sugiere a los socialistas. "Les dice Felipe González a los españoles que les quiere jubilar a los 45 años. Y yo os digo: ¿qué país es ese?. ¿A dónde vamos a llegar?. Pues yo os digo que no quiero un país desempleado, subsidiado, controlado, pesimista, resignado o derrotado. ¡Lo quiero optimista, lleno de vitalidad, de fuerza, de trabajo, de empleo, de creatividad, de competencial. ¡Un país que esté en cabeza, y no en el furgón de cola de Europa, que podemos competir con los mejores porque podemos ser como los mejores!" (ovación del público).

Consciente del excepticismo que suscita su promesa de reducir los impuestos y aumentar las prestaciones sociales, Aznar precisa que "si de cada 100 pesetas que ganan ustedes, 20 se las lleva Hacienda, no se subirá y el segundo año [de Gobierno del Partido Popular] se bajará". Según sus cálculos, es posible una reducción de la burocracia que facilite un ahorro de 500.000 millones de pesetas, que él dice que dedicaría, si fuera presidente, a aumentar las pensiones.

Su principal reivindicación es la que de destinen las máximas energías a crear puestos de trabajo. "¡Antes atender el derecho al trabajo que proliferar los subsidios!" Y para terminar, Aznar asegura siempre que sean cuales sean los resultados del día 29 él seguirá "dando la cara".

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