Sisulu: "Queremos un cambio inmediato"
El líder surafricano, tras 26 años de cárcel, reanuda su lucha contra el 'apartheid'
Días después de su puesta en libertad, tras 26 años en la cárcel, el líder negro Walter Sisulu se encuentra en su casa de Soweto, rodeado de los libros del colegio de sus nietos y dispuesto a continuar en la lucha por la abolición de la segregación racial en Suráfrica. Lleva poco tiempo disfrutando de su libertad y la policía surafricana ya le ha dado un aviso. Para él, lo importante es conseguir modificar la situación en su país a favor de la población negra mayoritaria. "Queremos un cambio radical e inmediato", asegura.Pregunta. ¿La visita de la policía surafricana se debe a algún problema?
Respuesta. Era el general Viktor, el comandante de esta región. Ha sido bastante educado. Dice que es tiempo de que calmemos los ánimos. [Afuera sigue habiendo grupos de jóvenes que han venido a felicitar a Sisulu.] No quiere verse obligado a actuar. Le he pedido que nos dé unos días. Por cierto, el general Viktor fue el hombre que tomó mis huellas dactilares hace 26 años. Le he dicho: "Le recuerdo. Le recuerdo muy bien; usted fue el que nos acusó". "Sí, lo recuerdo", ha respondido él.
P. ¿Qué es lo que ha descubierto desde su vuelta a Soweto después de tantos años en prisión?
R. Lo nuevo es la conciencia política que tiene, incluso, un niño ordinario de la escuela primaria. La calidad de los jóvenes que dirigen la situación es muy alta. Cuando nosotros estábamos al frente nunca alcanzamos ese nivel.
P. Usted se encontró con Nelson Mandela justo cinco días antes de ser puesto en libertad junto con otros líderes.
R. Cuando lo vi le dije: "Nunca has tenido mejor aspecto". Está excelente. Nos dijo que las autoridades habían decidido ponernos en libertad, y estaba muy contento.
P. ¿Ha discutido Nelson Mandela otras cuestiones con el Gobierno de Pretoria?
R. Le dijo al Gobierno que no habrá solución hasta que no negocie con el Congreso Nacional Africano (ANC), y que era obligación del Gobierno crear las condiciones necesarias para ello se produzca.
Negociar con Pretoria
P. ¿Cree que el presidente De Klerk quiere negociar con el Congreso Nacional Africano?R. Creo que tiene esas intenciones.
P. ¿Lidera Nelson Mandela verdaderamente el movimiento antiapartheid desde la prisión?
R. El Congreso Nacional Africano tiene un liderazgo electo. Haga lo que haga, Mandela tiene que consultarlo primero con esos dirigentes. Aunque el Congreso Nacional Africano reconoce la figura de Nelson Mandela, él no puede dirigir el grupo. Lo que él ha hecho y hace es comunicarse con el movimiento, informarle de lo que ha hecho y de lo que le ha dicho el Gobierno de Pretoria.
P. ¿Cuándo será liberado Mandela?
R. No lo sé; pero, según su opinión, no este año.
P. El presidente De Klerk habla de un proceso paso a paso. Hasta ahora ha permitido las protestas y ha liberado algunos prisioneros políticos. ¿Es razonable?
R. Desde el momento en que comienza a reconocer la voz del pueblo, nosotros lo apreciamos. Pero no queremos un proceso paso a paso. Queremos un cambio radical inmediato.
P. El Gobierno dice que cualquiera que esté a favor de un cambio pacífico puede participar en las conversaciones. ¿Cumple el Congreso Nacional Africano esa condición?
R. No aceptamos esas cosas. La lucha armada continúa. Hasta que el Gobierno negocie una nueva situación, incluido el fin de la violencia, no habrá manera de pararla.
P. ¿Cree que verá un Gobierno negro en Suráfrica durante su vida?
R. Eso creo, debido a la interrelación de fuerzas internacionales e internas en nuestro propio país, incluido el conflicto entre los mismos africaners.
P. ¿Qué puede hacer para calmar el miedo de los blancos, que temen una dominación negra?
R. Ésa es una vieja propaganda. Lo más importante es educar a los africaners y a los blancos en general.
P. ¿Puede servir la educación a ese fin?
R. En mi celda estaba solo, pero vigilado continuamente porun guardián blanco. Hacía comentarios y se ponía muy hostil cuando veía algunas cosas del Congreso Nacional Africano en la televisión. Entonces tuve la oportunidad de hablar con él, de educarle. Al final nos entendíamos.
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