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Enagas perderá la exclusiva en el suministro a las empresas distribuidoras que operan en España

El Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH) está dispuesto a que la Empresa Nacional del Gas (Enagas) deje de tener la exclusiva en el suministro a las compañías distribuidoras españolas, después de las reiteradas peticiones formuladas en este sentido por un buen número de empresas, según anunció ayer el presidente de Repsol, Óscar Fanjul, quien negó la posibilidad de que esta sociedad vaya a aumentar su actual participación del 11% en Catalana de Gas, a la vez que desmintió que las compras de acciones de esa compañía se hicieran de forma no pactada.

Catalana de Gas, según dio a conocer el presidente de Repsol, Óscar Fanjul, ha venido insistiendo en los últimos meses a la Administración -recogiendo el sentir de la mayoría de las empresas distribuidoras de gas-, en la necesidad de que la Empresa Nacional del Gas pierda su condición de suministrador único, de tal forma que dichas distribuidoras puedan contratar libremente. "Esta liberalización", matizó el máximo responsable de Repsol, "no implica que deba hacerse de forma inmediata".óscar Fanjul, que intervino ayer en unas jornadas energéticas organizadas por Euroforum, destacó que desde 1985 las distribuidoras de gas han manifestado su voluntad de que se rompa con esa situación de exclusiva a la que, por obligación legal y administrativa, están sujetas, "lo que no implica que Enagas deba abdicar de cubrir su papel primoridal de suministrador".

Una vez que las compañías distribuidoras sean libres para adquirir donde quieran el producto que precisan, "existe la posibilidad de que se establezca-n agrupaciones para llevar a cabo las compras. Y si se consiguen contratos ventajosos con Libia, Noruega o Argelina, por ejemplo, eso será bueno para el conjunto del sistema", dijo el presidente de Repsol, quién planteó como alternativa para Enagas su progresiva especialización en el ámbito del transporte. "En el INH hemos hecho un esfuerzo para que la Empresa Nacional del Gas haga menos para ganar más".

Toma de posición

Otro de los aspectos en los que insistió el presidente de la empresa petrolera fue en la forma en que se produjo su toma de posición en Catalana de Gas, actualmente cifrada en el 11%. "Frente a lo que se ha afirmado en algunos medios", dijo, "quiero dejar claro que Repsol entró en el capital de Catalana de Gas de forma amistosa y pactada, y, por tanto, sin ninguna hostilidad". Esta participación, alcanzada por medio de compras de títulos en bolsa y por la conversión de emisiones de renta, es considerada suficiente por Fanjul, quien negó rotundamente la posibilidad de incrementarla, "aunque su cotización caiga a los precios en que compramos". Repsol, junto a ese 11 % de Catalana, controla el 257. de Gas Madrid, así como un tercio del capital de Gas de Andalucía.En su intervención Oscar Fanjul también hizo un rápido balance del protocolo de gas firmado en 1985, cuyo objetivo era favorecer el desarrollo de esta fuente energética alternativa, en un momento en que los precios del petróleo eran altos. "El método que se siguió", afirmó Fanjul, "fue definir un marco económico, con una política de tarifas que entre otros aspectos garantizaba unos márgenes de rentabilidad para las distribuidoras".

El protocolo ha tenido logros muy importantes, indicó, porque gracias a él la red ha crecido en más de 3.000 kilómetros, la inversión media se ha situado en 28.000 millones de pesetas/año y se ha duplicado el peso del gas en el balance energético (en tomo al 5%). En otro momento de su intervención el presidente de Repsol se preguntó sobre si esos logros han tenido también efectos positivos en la cuenta de resultados de las empresas.

En este punto destacó los 5.349 millones de pesetas de beneficios después de impuestos alcanzados por las compañías distribuidoras españolas, lo que representa una rentabilidad sobre recursos propios del 6,4%. En tanto, Enagas que en 1988 ganó 710 millones de pesetas y que este año elevará esa cifra hasta los 750, sitúa ese mismo ratio en el 0,9%.

Precios energéticos

"Si los precios de los crudos se hubieran mantenido en niveles superiores a los 25 dólares, que era lo que había cuando se firmó el protocolo", señaló el presidente de Repsol, "el resultado hubiera sido muy más ventajoso para las empresas".Fanjul, que se mostró optimista respecto a la evolución de los precios energéticos, llamó la atención sobre los dos problemas con los que se ha enfrentado el sector. En primer término, loa bajos precios del crudo y, en segundo lugar, la rigidez del actual sistema tarifario.

Con relación a la discusión planteada en el sentido de que el protocolo de 1985 es poco transparente respecto a la retribución de los recursos financieros destinados a inversión, el presidente de Repsol señaló que las soluciones, "aparte de una mayor libertad, debe venir por la introducción de un sistema basado en precios máximos".

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