Un ex jefe de la Guardia Urbana de Barcelona, condenado a ocho años de prisión

El ex jefe de la desaparecida Unidad de Información y Seguridad de la Guardia Urbana de Barcelona, Fulgencio Ros, de 38 años, fue condenado ayer a ocho años de prisión por un delito de homicidio en grado de frustración. Ros disparó el 17 de julio de 1985 contra el marroquí Nour Abdelaouahed, un mendigo del barrio gótico de Barcelona. El ciudadano marroquí, que tiene actualmente 50 años, padece desde entonces una hemiplegia que le mantiene en silla de ruedas. El tribunal ha condenado también al Ayuntamiento de Barcelona a pagar a Abdelaouahed una indemnización de 40 millones de pesetas.Los hechos, juzgados el pasado día 9, ocurrieron durante la noche del 17 de julio de 1985 en la terraza de un bar de la plaza Reíal de Barcelona. Ros estaba en una mesa de la terraza con dos policías que, como él, no vestían uniforme pero estaban de servicio. Abdelaouahed se acercó a la mesa y cogió un puñado de almendras de un plato, a lo que el ex jefe de la Guardia Urbana respondió arrojando una silla contra el mendigo. El marroquí, que había abandonado momentáneamente el lugar, se dirigió nuevamente a los tres policías. Al percatarse de ello, Ros desenfundó su arma reglamentaria y disparó a la cabeza del mendigo, que padece desde entonces una hemiplegia derecha con grave incapacidad y alteración del lenguaje.

Ros negó en el juicio que hubiera disparado contra el marroquí: "Sólo le golpeé en la cabeza con la parte inferior del cañón de mi pistola". "Entonces", añadió, escuché el tiro". La procedencia de la bala que hirió al marroquí no ha podido determinarse porque el proyectil no ha sido hallado. Ros explicó que golpeó al mendigo "después de ver cómo se llevaba la mano a una pistola". Francisco Flores y Antonio Hernández, los dos agentes que acompañaban a Ros cuando sucedieron los hechos, se contradijeron durante la vista. Mientras Flores dijo haber visto "algo parecido a una pistola", Hernández declaró: "No sé si llevaba algo en la cintura". Abdelaouahed negó que llevara una pistola.

La fiscal solicitó durante la vista una pena de ocho años de prisión para Ros por un delito de homicidio frustrado y el pago de una indemnización a la víctima de 40 millones por parte del procesado o del Ayuntamiento de Barcelona, como responsable civil subsidario. También reclamó el pago de los gastos del hospital Clínico, cifrados hasta el momento en unos 20 millones. El letrado de la defensa solicitó para Ros un arresto de tres meses y 100.000 pesetas de multa por un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte.