Las bolsas acompañaron el descenso de las mundiales tras la 'crisis' provocado por Wall Street

Las bolsas españolas registraron ayer importantes bajas como consecuencia de la situación creada en los mercados bursátiles internacionales tras la fuerte caída experimentada en Wall Street el pasado viernes. El índice general de la bolsa de Madrid sufrió ayer el mayor descenso de los dos últimos años al caer en la sesión 17,07 puntos -un 5,29%- Por su parte, las bolsas de Barcelona, Valencia y Bilbao cayeron 26,09, 8,06, y 14,91 puntos respectivamente. Los índice generales se sitúan en 305,25 en Madrid; 336,14 en Barcelona; 246,37 en Valencia y 430,87 en Bilbao. Las autoridades bursátiles destacaron el buen funcionamiento que en general mostró el mercado. Las bolsas europeas, tras aperturas dominadas por la incertidumbre, con fuertes caídas, cerraron la sesión con bajas generalizadas. El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, manifestó que el Gobierno tiene una serie de medidas en cartera para hacer frente a la situación en el supuesto de que ésta se agravara.Tomar medidas

El ministro, en declaraciones efectuadas en Valencia, añadió que no existe un plazo concreto para poner en práctica dichas medidas y precisó que en el caso de que se adopten, consitirán en aportación de liquidez al mercado bien a través de los bancos o bien a través de las sociedades que operan en bolsa. Según dijo, las autoridades están a la espera de que se confirme que la actual situación es tan sólo un reajuste del mercado neoyorquino, ya que el origen de la crisis se halla en la utilización de mecanismos como los bonos basura.

En la bolsa madrileña, tras más de dos horas "frenéticas" en la sesión matinal, según expresión del presidente de la Sociedad Rectora de la Bolsa madrileña, Pedro Guerrero, el mercado, ayudado por las noticias más alentadoras procedentes de Nueva York, mostró en la sesión de tarde una mejor disposición con tendencia al equilibrio. Con un -volumen de negocio por encima de los 20.000 millones de pesetas, se negociaron alrededor del 93% de los valores admitidos a cotización.

Al inicio de la sesión de ayer, la opinión generalizada era que el descenso de Wall Street no debería tener un impacto excesivo en las bolsas españolas ya que el origen de la crisis se suponía en problemas muy puntuales de la economía norteamericana.

No obstante, la tensión generalizada acabó por hacer mella en los inversores particulares, influidos por 72 horas de incertidumbre y por factores psicológicos como la coincidencia de fechas con el crash de 1987.

Además, influyó la propia situación de los mercados de valores nacionales, situados en zona de máximos y con datos aún no totalmente asimilados, como el mal resultado del índice de precios al consumo de septiembre. Frente al comportamiento de los inversores particulares, las instituciones se mostraron más tranquilas y actuaron de acuerdo con las estrategias diseñadas días o semanas atrás.

La ausencia de posiciones de alto riesgo -las operaciones con crédito al mercado eran prácticamente inexistentes- explican también en buena parte la calma relativa que al final se terminó por instalar en el parqué. No obstante, al inicio de la sesión, el predominio del papel y la ausencia de posiciones compradoras hicieron temer caídas aún más bruscas que las que al final se produjeron.

Límite del 10%

Los descensos en los precios de un buen número de títulos en más de un 10% -límite impuesto para el primer corro tras el crash del 87- obligaron a aplazar la contratación hasta una segunda convocatoria en más de una docena de valores. Fue el caso de Telefónica, Fecsa, Dragados, Ercros o Urbis, por mencionar sólo alguno de los más importantes.

En el mercado continuo la contratación no comenzó a ser significativa hasta el mediodía ya que sólo un tercio de los 36 valores incluídos en el sistema consiguieron marcar precio de apertura. El período de reflexión propiciado por los segundos corros surtió efecto y se negoció con más tranquilidad y fluidez como destacó el presidente de la Sociedad Rectora de la Bolsa de Madrid, Pedro Guerrero.

Por su parte, José Serna, presidente de la Sociedad Rectora de la Bolsa de Barcelona señaló que a primeras horas de la mañana se habían producido contactos entre las bolsas españolas, algunos dealers (intermediarios) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores para prevenir o paliar los efectos de una posible caída de las cotizaciones. Fruto de estos contactos fue la autorización para que los cambios en el mercado continuo pudieran variar un 10% en la apertura y no un 5% como es habitual. La medida sirvió para evitar el estrangulamiento del mercado.

José Samper, presidente de la Rectora de Valencia, indicó que en el plazo de unas jornadas, cuando se normalice la situación, los descensos en la cotización de las acciones pueden convertirse en aliciente para comprar, informa Cristina Vázquez.