El servicio militar
Hemos tenido que esperar que la campaña electoral llamara a la puerta de los distintos partidos políticos para que el espinoso tema del servicio militar obligatorio se pusiera sobre la mesa.Y es que el fondo de la cuestión está clarísimo: la mili no mola. Al menos para la inmensa mayoría de jóvenes que como yo tuvimos la desgracia de malvivir durante 12 meses en esa extraña galaxia donde la libertad y la justicia -dos palabras que emanan democracia- brillaron por su ausencia.
El Ejército, y el cuartel en concreto, se ha convertido desde hace ya bastantes años en un enorme internado donde miles de jóvenes no se ocupan de otras cosas que las que conllevan al mantenimiento de una estructura obsoleta que, por su parte, ya no imparte nada.
¿Quiénes son ellos para robarte un año de tu vida y hacer de ti lo que les venga en gana? ¿Quiénes son ellos para que un pobre muchacho en la plenitud de su juventud decida quitarse la vida por no poder resistir la constante presión a la que está sometido? ¿Quiénes son ellos... ? ¿Alguien me lo puede explicar?
Espero que tras las elecciones el debate no quede eclipsado por espesas brumas que oculten la realidad y que los grupos parlamentarios favorables a un servicio militar no obligatorio no olviden sus promesas y lleguen al fondo de la cuestión. La lástima es que el partido en el poder, y que probablemente volverá a ganar las elecciones del próximo 29 de octubre, considere que todo ha de seguir como hasta ahora. Qué pena, ¿no? Estoy seguro que el señor Narcís Serra adoptaría otra postura si hubiera soportado un año de su vida cumpliendo el servicio militar.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.