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Reportaje:

En Buenos Aires se piensa mucho en ti

El secretario de Cultura porteño imita los pregones de Tierno Galván y reivindica la 'movida' madrileña para su ciudad

El secretario de Cultura de Buenos Aires, Horacio Salas, un poeta de raíz tanguera, convocó el pasado miércoles a los vecinos de la ciudad para la celebración "con fasto y regocijo" del mes de la hispanidad. Salas escribió el pregón con el estilo de los que redactaba Enrique Tierno Galván, el fallecido alcalde de Madrid, y leyó luego el bando en homenaje a "quien fuera también mi querido profesor".

El color madrileño que va tomando la movida cultural de Buenos Aires no puede ocultar el trazo personal de Salas, un hombre de 50 años que se siente profundamente tocado por sus siete años de exilio en España, entre 1976 y 1983. "Es que fue un cambio muy fuerte", recuerda, "porque yo llegué, como muchos, sin saber muy bien qué hacía allí. Hasta entonces era Jefe de Prensa de una empresa del Estado, la Petrolera, y me incluyeron en las listas de seguridad porque autoricé el fondo de color rojo en un mapa de Argentina. Para los militares aquello era profundamente subversivo". Desde aquel primer día, el 2 de junio de 1976, "cuando Suárez habló en el Congreso de los Diputados antes de la investidura", Salas comprendió que su vida cambiaría demasiado. "Lo sentí en la sangre, vi transformarse una sociedad y yo estaba allí, en el medio. Ahora, por momentos, me parece que revivo aquella experiencia. Tal vez Menem sea el Suárez argentino".En el exilio, Salas escribió horóscopos para la editorial Sedmay, que vendía casi 600.000 ejemplares de cada signo. Colocó carteles de Seat en las gasolineras: "Fueron 780 carteles de ocho tornillos cada uno a lo largo de 13.800 kilómetros. Demoré 45 minutos con el primero y tres minutos para colocar el último. Fue duro, pero así conocí España pueblo a pueblo y sobreviví". Luego fue redactor de Cuadernos Hispanoamericanos y más tarde secretario de una de las comisiones encargadas de organizar los actos del V Centenario. "En esa época desayuné varias veces con Tierno Galván y aprendí mucho de él, por eso mi gestión cultural tiende a reproducir en Buenos Aires el fenómeno de Madrid. Quiero recuperar las fiestas populares, la alegría y la participación vecinal. En España deben comprender que en Argentina el verdadero encuentro de culturas se produjo a fines del siglo XIX, con la inmigración gallega, esa que tiñe de nostalgia al tango. Si esto no se entiende, los actos del V Centenario no tendrán repercusión en Buenos Aires".

El vínculo que pretende establecer con Madrid no es meramente formal: "Porque yo mismo desearía vivir seis meses aquí y seis allí y esto no nos ocurre a los porteños con ninguna otra ciudad del mundo. Ahora necesitamos recuperar nuestro patrimonio cultural común. Los bares, la avenida de Mayo, el espíritu madrileño de Buenos Aires. Pero luego habrá que establecer un puente de doble vías por donde circulen las vanguardias, las nuevas generaciones. En ese sentido creo que la instalación del centro cultural del Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI) que dirige el escritor español Pedro Molina Temboury es lo más importante que ha ocurrido en los últimos tiempos. En sólo un año han pasado por aquí novelistas como Torrente Ballester o Goytisolo, se difundió el vídeo, el humor gráfico, el diseño, la pintura, el arte gallego actual, los grupos de rock, y esto no sucedía antes".

Algo de España

Todos los proyectos que Salas ha puesto en marcha llevan dentro algo de España. Prepara un gran homenaje a Rafael Alberti para reencontrarlo con parte de su arboleda perdida -"ojalá acepte venir a dar un recital de poesía junto con Nuria Espert"-, planea fundar el museo del inmigrante y los poetas españoles son citas constantes en sus discursos públicos. El responsable de la gestión cultural de Buenos Aires es autor de siete libros, tres de ellos escritos y publicados durante el exilio en España. Un poema suyo, musicalizado por su amigo Joan Manuel Serrat, se convirtió luego en la canción Esos locos bajitos. Su obra El tango, prologada por Ernesto Sábato, uno de los pocos éxitos de venta en las librerías de Buenos Aires, será editada en francés. "El 9 de octubre presento el libro en París. En ese viaje espero conseguir que la Unesco declare patrimonio de la humanidad el teatro Colón de Buenos Aires. Los viajes, aun los privados, hay que aprovecharlos porque no hay dinero".

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