_
_
_
_
LA MAESTRANZA

Los veterinarios, al oculista

En la corrida de ayer salió el primer toro con una cornada en el remo izquierdo, que podía apreciarse desde lo alto de la Giralda. El tercero, apenas rozó el burladero, se le quedaron los pitones como dos brochas de afeitar. El cuarto lanzó un gemido premonitorio de su agonía y, tras un leve golpe con el hocico en el burladero, cayó, súbitamente muerto. Lo peor de todo es que el público de La Maestranza no protesta nada. Inmerso en su narcisismo, trascienden sus famosos silencios, no sólo a respetar la actuación de los toreros, lo cual es encomiable, sino también a dejarse engañar sin la menor repulsa. Sólo cuando alzó un poco la voz en el inválido tercero -no más inválido que el primero provocó, enseguida, la salida del pañuelo verde. Si La Maestranza no reacciona acabará convirtiéndose en una plaza de pueblo.Oliva tuvo el mejor lote, y al tercero lo toreó con temple sobre la mano derecha. El sexto fue manso y soso, y todo el mérito correspondió al torero. No era fácil que vibrara la plaza con tal enemigo, y Oliva lo consiguió.

Píriz /Cortés, Vázquez, Oliva

Cinco toros de Bernardino Píriz (3º,sobrero), mansos, grandes, pero algunos de deshecho; 42, sobrero de José Luis Orborne, manso. Manolo Cortés: silencio; pitos. Pepe Luis Vázquez: silencio; algunos pitos. Emilio Oliva: vuelta; oreja. Plaza de La Maestranza, 1 de octubre. 31 corrida de la Feria de San Miguel.

Manolo Cortés y Pepe Luis Vázquez anduvieron desconfiados, aunque en distinta medida. A Vázquez le faltó un punto de decisión para haber armado el taco en su primero, al que toreó con naturalidad y elegancia sobre la mano derecha, pero una mayor entrega hubiera dado más brillo a su labor.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_