Genscher pide a la RDA "una apertura política"

El ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania (RFA), Hans-Dietrich Genscher, pidió ayer al Gobierno de la República Democrática Alemana (RDA) "una apertura política similar a la que llevan a cabo la Unión Soviética, Polonia y Hungría" para evitar la sangría de la emigración de sus Jóvenes, y añadió que una futura reunificación alemana sólo podría conseguirse a través de "una política de paz" que abarcase toda Europa.

Genscher, que fue el primer orador en la sesión de ayer de la Asamblea General de Naciones Unidas, trató de disipar los temores y recelos que en Europa del Este, y particularmente en Polonia, provoca el actual debate sobre una posible reunificación alemana y manifestó que las actuales fronteras europeas son "inviolables".[Cerca del 64% de los alemanes orientales son favorables a una reunificación alemana, con un 89% que opina lo mismo en Alemania Federal, según los resultados de una encuesta encargada por el semanario Quick, informa Reuter].

Fronteras seguras

"El pueblo polaco puede estar seguro", dijo Genscher, "de que su derecho a vivir dentro de fronteras seguras no será cuestionado por nosotros, alemanes, ni ahora ni en el futuro". "La rueda de la historia no dará ningún paso atrás... La inviolabilidad de las fronteras actuales constituye la base de las relaciones pacíficas en Europa".

Uno de los máximos promotores en su país de la cooperación con el Este, Genscher se refirió al proceso de cambio en la Europa Oriental e indicó que las reformas que se están produciendo en esos países no constituían simplemente "un caso individual en el que las opiniones de un lado eran adoptadas por el otro". "Se trata de un proceso de autorreflexión sobre los cimientos comunes de la cultura y la historia europeas, a las que todos los países de Europa han realizado su contribución especial", dijo. Se trata, añadió, de "un proceso irreversible porque los anhelos de libertad del hombre son irreversibles".

El ministro germano-occidental pidió el apoyo de todos los países para el proceso de reforma que se está operando en el Este, y agregó: "Nadie debe desear la desestabilización de la otra parte". "La historia", dijo, "tiende a no repetir las oportunidades que ofrece, y apelo a todos los países de Europa para que no dejen escapar esta coyuntura histórica".

Con relación al espinoso tema de la reunificación, Genscher subrayó que "el establecimiento de un orden pacífico en Europa" constituía el requisito previo para conseguir ese objetivo, tal y como se estipula en la Carta de la Unidad Alemana. "Queremos conseguir ese objetivo dentro de la observancia total de todos los acuerdos que hemos suscrito. Este objetivo sólo podrá conseguirse junto con todas las naciones de Europa y no frente a ellas. Nadie tiene motivos para temer nuestra política porque esa política está ligada al destino de todo el continente; es una política de paz europea", recalcó.

En el curso de su intervención, Genscher trató siempre de eludir cualquier término que pudiera interpretarse como una crítica a la RDA, incluso cuando se refirió al tema de las relaciones entre los dos Estados germanos y a la salida masiva de súbditos de Alemania Oriental a través de Hungría y otros países del Este.

"Nuestra responsabilidad [la de las dos Alemanias] hacia la paz en Europa", dijo, "pesa más que aquello que nos divide". 'Tos dos Estados alemanes deben contribuir, cada uno a su manera, a superar los problemas que dividen a los europeos... Y la RDA puede contribuir, a través de una política de reformas, a conseguir una mayor apertura en Europa, como lo están haciendo la URSS, Polonia y Hungría".

Estas reformas necesarias, añadió Genscher, "alentarían a los súbditos de la RDA a permanecer en su país". "Profundamente conmovidos presenciamos la suerte de esos jóvenes que tristemente abandonan sus casas y su entorno familiar. Nadie puede desear eso", manifestó Genscher. El ministro evitó pronunciarse sobre el controvertido tema de los misiles de corto alcance estacionados en territorio de la RFA.