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El MOPU exigirá a las constructoras cuatro años de garantía en las carreteras

La Dirección General de Carreteras del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) está considerando la ampliación, de dos a cuatro años, del período de conservación de las carreteras estatales de nueva construcción para tratar de evitar el rápido y anticipado deterioro de las obras y un posible fraude en la entrega final de las mismas. Estos hechos generan, junto a otros aspectos, un gasto suplementario, con cargo al departamento, de varios cientos de miles de millones de pesetas.

El pasado junio, Carreteras duplicó el plazo de garantía de las nuevas vías de uno a dos años, período que se considera ahora insuficiente a tenor del resultado de las obras ya ejecutadas.La nueva medida se incluirá en el propio texto de adjudicación de las obras con una ampliación del presupuesto inicial que, en cualquier caso, será menor que las inversiones destinadas en los últimos años a la reparación de las obras, según Rafael Fernández, director general de Carreteras.

La dirección de la empresa constructora Laing considera que esta medida beneficiará al contribuyente, si bien "llevará parejo el encarecimiento de las contrataciones en general". Para Ferrovial, empresa que ejecuta obras viales durante 1989 por valor de 28.500 millones de pesetas, "es necesario que se defina el concepto de conservación", ya que la ampliación de personal supondría, a su juicio, una carga suplementaria importante.

Por otra parte, el MOPU exigirá paralelamente a las empresas constructoras lo que se denomina comodidad final de rodadura, vigente en la mayoría de los países europeos, que se realizará mediante un sistema electrónico y dinámico para la regularidad longitudinal de las carreteras.

En estos momentos no figura dicha exigencia en los pliegos de condiciones tecnicas y su ausencia provoca en ocasiones una incómoda conducción del vehículo e incluso accidentes de tráfico a causa del brusco cambio del estado del firme.

1.500 nuevos kilómetros

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Medio centenar de empresas constructoras llevan a cabo en estos momentos obras para la construcción de 1.500 nuevos kilómetros de autovías, de acuerdo con el Plan General de Carreteras (1984-1991). El presupuesto para 1989 de la Dirección General de Carreteras asciende a 265.000 millones de pesetas (antes del recorte presupuestario, 280.000 millones de pesetas). En este año, el MOPU ha destinado a la conservación de las carreteras estatales 40.000 millones de pesetas y para 1990 esta cifra ascenderá a 47.000 millones.A partir de 1992 los fondos destinados a este cometido se duplicarán, según Obras Públicas. Al finalizar 1989, se espera que entren en servicio 8.323 nuevos kilómetros, de los que cerca de 1.000 serán de autovías.

En la actualidad, el control de calidad de las obras viales "está suficientemente garantizado", según aseguran fuentes del ministerio. La empresa constructora aporta un 4% del coste total de la obra, que se deposita antes de la adjudicación, una vez finalizado el proyecto.

En las obras de autovías se utiliza para su adjudicación el sistema de concurso y el de subasta con admisión previa en casos de mejora de trazado, acondicionamientos y refuerzo del firme. En las concesiones por concurso se valora la capacidad de la obra en función de las contrataciones anteriores, según fuentes del ministerio.

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