Miles de libaneses vuelven en masa a Beirut tras el acuerdo de alto el fuego

Miles de los más de un millón de beirutíes que abandonaron en los últimos años la capital libanesa, huyendo de la guerra, retornaron ayer a sus hogares después de la implantación del alto el fuego alcanzado el sábado. Las carreteras de acceso a la capital sufrieron grandes embotellamientos en las vías de entrada, el aeropuerto funcionó normalmente por primera vez en meses y entró el primer barco de carga en el puerto cristiano sin que fuese atacado por la artillería siria.

Los cristianos, que se habían refugiado en la montaña al noreste de Beirut, y los musulmanes, que habían huido al sur del país, volvieron en masa a una ciudad que, de un millón y medio de habitantes, se había quedado en 150.000 tras la guerra de liberación emprendida el 14 de marzo pasado por el general cristiano Michel Aún contra la presencia siria.Los habitantes de Beirut salieron a los balcones de sus casas para ver pasar el primer avión de pasajeros que aterrizó en el aeropuerto, un aparato de la línea aérea libanesa Transmediterránea.

En el valle de la Bekaa, en una zona controlada por Siria, 7.000 niños de todas las regiones de Líbano se reunieron para celebrar la paz en un acto sin precedentes en el país, organizado por la UNICEF, informa France Presse.

Entretanto, el comité de seguridad, formado por representantes de todas las partes en conflicto y encabezado por el representante de la Liga Arabe, Lajdar Ibrahimi, se volvió a reunir ayer para discutir las medidas que consoliden el alto el fuego y hagan realidad los puntos del plan de paz.

Ibrahimi llegó a Beirut, el pasado domingo, un día después de que los siete puntos del plan fuesen anunciados por el comité tripartito de la Liga Árabe integrado por Argelia, Marruecos

Arabia Saudí. Tras conseguir el visto bueno de Siria y las milicias musulmanas, Ibrahimi obtuvo el viernes pasado el acuerdo de Michel Aún.Los siete puntos del acuerdo, diseñado para conseguir una "paz duradera" en Líbano, incluyen el alto el fuego en todo el territorio, la formación de una comisión de seguridad encabezada por Ibrahimi que se encargará de vigilar el cumplimiento del alto el fuego, la convocatoria del Parlamento y la negociación de un acuerdo con todas las partes implicadas para modificar la Constitución y nombrar un presidente.