La mayoría de los españoles, contrarios a reducir el consumo
Los españoles muestran menor euforia socioeconómica que a principios de verano, como consecuencia de las medidas de restricción al consumo anunciadas por el Gobierno, y se muestran partidarios (55%) de vivir al límite de las posibilidades, al día, rechazando los recortes del crédito. Éstas son algunas de las conclusiones principales del sondeo de Demoscopia que trimestralmente publica EL PAÍS para intentar medir el tono vital de la sociedad española.
Miembros de todas las clases sociales se oponen a las actuaciones gubernamentales limitadoras del consumo. El 62% (que asciende a un 74% en la clase medio-alta) opina que cada cual debe consumir y endeudarse a la medida de su. voluntad y posibilidades.Uno de cada cinco ciudadanos sostiene que la economía va bien (21%, como en abril de este año, frente al 28% del mes de junio). Para la mayoría está "regular" (51%), y para casi uno de cada cuatro va mal. A principios del verano se registró una euforia económica desconocida desde hace 15 años.
Sin embargo, la marcha de las economías domésticas no ha dejado de superarse: para un 23%, su situación económica familiar ha mejorado; para un 59% no ha cambiado, y para un 17% ha ido a peor.
Por otra parte, la mayoría de los ciudadanos encuestados se muestra favorable al acortamiento que sufrirá la campaña electoral previa a las elecciones legislativas que se celebrarán el próximo 29 de octubre. Sólo el 6% considera que debiera ser más larga.
Tres de cada cuatro españoles creen que los políticos suelen cumplir poco o nada de lo que prometen en las campañas electorales. Sólo el 8% de los ciudadanos, siempre según el sondeo realizado, tiene interés por estar informado sobre la vida privada de los candidatos, y la mayoría presta más atención a los líderes nacionales a la hora de votar (hasta el 73% entre los seguidores del CDS, liderado por Adolfo Suárez) que a los candidatos de cada circunscripción electoral.
Las personas encuestadas consideran favorablemente que las campañas electorales sean cortas y estiman que en las próximas semanas debería hablarse sobre todo del paro, sanidad, droga, educación y seguridad ciudadana, por ese orden.
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