Detenidos un sargento y dos agentes de la Ertzaintza como sospechosos de colaborar con ETA
Un sargento y dos agentes pertenecientes a la Ertzaintza (policía autonómica vasca) fueron detenidos ayer por compañeros del mismo cuerpo como sospechosos de haber prestado colaboración al comando Araba de la organización terrorista ETA. Con éstos son ya cuatro los policías vascos presuntamente relacionados con el citado comando, y nueve los que han sido acusados de vinculación a ETA desde la creación del cuerpo, en el año 1982. Baltasar Marín, director general de la Ertzaintza, anunció ayer un aumento de los controles sobre los candidatos para evitar nuevas infiltraciones en la policía autonómica.
Los detenidos, pertenecientes a la primera promoción de la policía vasca, que abandonó la academia de Arcaute (Álava) en febrero de 1982, son el sargento Jesús Guergue Gómez y los agentes Federico Fernández de Jáuregui Ortiz de Salido y José Miguel Suezkun Sanz. Este último se encontraba en excedencia voluntaria tras haber sufrido un accidente de moto durante un entrenamiento que le causó una lesión de columna. Estaba tramitando la baja definitiva del cuerpo.Suezkuri y Guergue fueron detenidos en sus respectivos domicilios de Alava y Vizcaya en torno a la una de la madrugada. El arresto de Fernández de Jáuregui se produjo cuando se incorporaba a su trabajo en la unidad de tráfico de la Ertzaintza de Álava, a las diez de la mañana.
Jesús Guergue desempeñaba la subjefatura de la comisaría de Getxo (Vizcaya). Había formado parte del núcleo fundador de ERNE (Sindicato Independiente de la Ertzaintza). En octubre de 1985 fue expulsado del cuerpo, junto con otros siete miembros de la junta rectora del sindicato, por unas declaraciones críticas hacia la Consejería de Interior en una conferencia de prensa.. Esta medida disciplinaria fue declarada nula por sentencia del Supremo.
Tras su readmisión, Guergue había estado destinado en Ondárroa y en la sección de atestados de Vitoria, donde ejerció funciones como asimilado a sargento mayor, máxima categoría accesible a los agentes de la policía vasca. También Suezkuri. formó parte del núcleo fundacional del mismo sindicato, que en los últimos meses ha adoptado una nueva orientación y ha acentuando su carácter negociador.
El sindicato declinó ayer efectuar cualquier comentario o incluso confirmar la afiliación de los detenidos "hasta la completa aclaración de los hechos". No obstante, compañeros de Guergue en ERNE manifestaron a título personal su sorpresa por la existencia de sospechas en torno al sargento y se mostraron seguros de que se trata de un error o de una mera relación de amistad con algún otro detenido.
Piso compartido
Medios políticos cercanos a Eusko Alkartasuna (EA), partido con el que han colaborado en ocasiones Suezkun y Guergue, insistieron en la misma hipótesis. Los tres detenidos ayer habían compartido un piso hace años en Vitoria con el ertzaina Santos Berganza, apresado el miércoles. La mismas fuentes manifestaron su confianza en que se trate de un equívoco.
A diferencia de lo ocurrido hace tres días con Berganza, arrestado por la Guardia Civil, las detenciones fueron practicadas ayer por miembros de la policía autonómica. La información sobre posibles implicaciones del sargento y los dos agentes fue transmitida por la Guardia Civil a la dirección de la policía vasca el jueves por la tarde.
El director general de la Ertzaintza, Baltasar Marín, manifestó ayer su satisfacción por este hecho y anunció que los tres policías sospechosos se encuentran bajo la custodia de la policía autonómica. Este cuerpo instruye también las diligencias y se encargará de su traslado a Madrid para ponerles a disposición de la Audiencia Nacional. Para Marín, estos hechos dan fe de la vigencia del espíritu de colaboración entre el Ministerio del Interior y la consejería homóloga del Gobierno vasco.
El director general de la policía autonómica anunció también un refuerzo de los sistemas de selección y de investigación previa de los candidatos al ingreso en la Ertzairitza y de seguimiento posterior de los agentes. "Corno hemos reconocido en otras ocasiones", señaló, "existe riesgo de infiltración en la Ertzaintza como reflejo de la realidad social del país". Para Marín, "es lógico que los grupos radicales estén interesados en tener gente dentro de la policía autonómica, bien infiltrándolos o captándolos cuando ya están dentro", y las medidas de mayor control irán encaminadas a evitarlo.
Tal riesgo, sin embargo, "en modo alguno supone la quiebra del modelo integral de policía que siempre hemos defendido", añadió Marín. La presencia en la Ertzairitza de sospechosos o convictos de colaborar con ETA, según el director general, está degradando la imagen del cuerpo y llena de preocupación a los mandos y a los ertzainas que están desarrollando correctamente su profesión.
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