El INI da por concluida la toma de posiciones en el sector eléctrico privado hasta 1990

La Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA) no adquirirá nuevas participaciones en empresas eléctricas privadas hasta 1990, según han manifestado fuentes oficiales del Instituto Nacional de Industria (INI), accionista mayoritario de EN DESA. A lo largo del primer semestre de 1989, ENDESA ha adquirido un 10% de la Compañía Sevillana de Electricidad, operación que culminó a finales del pasado mes de julio. Las mismas fuentes han precisado que ENDESA no tiene ninguna participación ni directa ni indirectamente de Hidrola ni tampoco de Iberduero.

Por otra parte, en los mercados bursátiles la transacción de títulos eléctricos ha ido en aumento durante toda la semana. De los 2.000 millones de pesetas contratados el pasado lunes se ha pasado a más de 4.000 millones en los últimos días, lo que constituye uno de los niveles más elevados. En agosto cambiaron de manos más de 70 millones de acciones. Sin embargo, los expertos estiman que estos movimientos no tienen que ser necesariamente el resultado de las decisiones estratégicas industriales de las principales entidades financieras.Fuentes de Banesto, un grupo que apostó fuerte en el sector a principios de 1988, con una inversión de 100.000 millones de pesetas, aseguran que con las incertidumbres del sector -nuevo plan energético, directivas comunitarias, precio del carbón- es muy arriesgado tomar posiciones planificadas en el sector.

Paralelamente a la toma de posición de ENDESA en Sevillana, el Banco Bilbao Vizcaya ha ido incrementando también su posición en la compañía andaluza hasta completar un paquete del 10%, según fuentes de la entidad financiera. Este banco asegura que su participación en Hidrola se sitúa en tomo al 3%. La entrada de ENDESA en Sevillana ha sido muy mal recibida tanto en el seno de la propia compañía como en el conjunto del sector eléctrico privado, reavivando las disputas que históricamente ha sufrido el sector entre ambos sectores.

Previo aviso

Los privados están molestos por lo que consideran una intromisión en una de las empresas más sólidas de su sector sin aviso previo. En estos medios se considera que la avanzadilla de la empresa pública ha supuesto la violación de un cierto compromiso tácito por parte de las principales compañías en el sentido de no modificar la estructura de su accionariado. Otras fuentes indican, no obstante, que la cúpula del BBV, principal accionista privado de Sevillana había sido advertida con detalle de la operación.

Quizá la falta de explicaciones convincentes sobre los motivos últimos que han decidido la toma de posición de ENDESA en Sevillana ha sido una de las razones que ha reabierto el malestar del sector. Aunque ENDESA ha reiterado que no tiene ningún interés en incidir en la dirección de la compañía andaluza ni en nombrar ningún consejero para la misma, su actuación ha sido interpretada negativamente. No obstante, la exigencia de un escrupuloso mantenimiento de las participaciones por parte de los privados no se corresponde con las operaciones efectuadas a lo largo del verano en las que han intervenido varias entidades financieras.

Junto a estos acontecimientos ha trascendido también la existencia de ciertos contactos entre Iberduero e Hidrola, contactos que no han sido contrastados suficientemente. Diversas fuentes apuntan a un acercamiento entre Iberduero e Hidrola para llegar, incluso, a un intercambio de participaciones en el futuro. Al parecer, estos contactos no habrían sido bien vistos por la Administración.

De prosperar estas negociaciones, se consolidaría un potente grupo privado en el que Hidrola ocuparía un destacado liderazgo. Altos cargos de esta compañía podrían haber mantenido un encuentro con los responsables del Ministerio de Industria en el que se expuso el citado plan. La reacción del Ministerio habría sido muy fría, ya que, según las mismas fuentes, la Administración considera que cualquier movimiento de modificación del mapa eléctrico debería realizarse con criterios exclusivamente técnicos.