Encarcelado por la burocracia

Víctor Carmona tiene 28 años. Acaba de obtener -la licenciatura de Filosofía, carrera que realizó en cuatro años tras aprobar el acceso universitario para mayores de 25 años. Hace nueve robó con un amigo una fotocopiadora de un colegio. Meses después fue denunciada la sustracción del aparato, que había sido vendido. Los dos jóvenes se declararon culpables y devolvieron las 80.000 pesetas percibidas por el botín. El juicio se celebró en 1988, y los jueces condenaron a ambos a cuatro años, dos meses y un día de cárcel. Ayer, Carmona, completamente rehabilitado, tuvo que poner él mismo en el juzgado la fecha de su ingreso en prisión. Los funcionarios no se atrevían a hacerlo.El caso de Víctor Carmona, de 28 años de edad, es un ejemplo claro de, contrasentido social que supone en algunos casos la aplicación de todo el peso de la ley. Hace nueve años robó una fotocopiadora en un colegio de Gran Canaria, en colaboración con un amigo, Juan Quintana. Meses después fue denunciada la sustracción del aparato, que había sido vendido por 80.000 pesetas a una tercera persona.

Los dos jóvenes se declararon culpables del hurto y devolvieron la cantidad percibida por el botín. El juicio se celebró en 1988 y los jueces condenaron a ambos a cuatro años, dos meses y un día de prisión menor. Carmona Rodríguez es hoy una persona totalmente rehabilitada. Acaba de obtener la licenciatura de filosofía, carrera que realizó en cuatro años tras aprobar en 1985 el acceso universitario para mayores de 25 años.

Su futuro profesional estaba encarrilado, pero se ve truncado ahora porque tiente que cumplir su deuda con la justicia. El próximo lunes ingresará, por voluntad propia, en la prisión del Salto del Negro, en Las Palmas de Gran Canaria. Todas sus esperanzas están depositadas en que el Rey le conceda el indulto total. "Me pueden estar condenando a muerte por robar una fotocopiadora".

Como un hijo

"En la cárcel hay un alto índice de SIDA, de hepiatitis, y corro una gran inseguridad personal", declaró a EL PAÍS. Sus amigos han iniciado una campaña de recogida de firmas para solicitar a don Juan Carlos la gracia de un perdón que consideran plenamente justificado.

De la misma opinión es el delegado del Gobierno en Canarias, Eligio Hernández Gutiérrez ("me ha tratado muy bien, como un hijo"), magistrado de profesión, quien le ha prometido tramitar un informe favorable de la sala de la Audiencia Provincial que le condenó para contribuir a que se le conceda la libertad.

Carmona Rodríguez sólo pide un trato similar al que dio la justicia recientemente a Juan Luis Calceteiro, vocalista del grupo musical andaluz Los Cantores de Híspalis, cuyo caso quedó archivado.

"Hay una diferencia a mi favor, creo; él tenía antecedentes penales cuando fue condenado por un delito de robo con intimidación y yo no empleé la fuerza cuando delinquí ni tenía mancha alguna en mi hoja penal", indica.

Una serie de despropósitos legales abonaron su infortunio. Carmona Rodríguez no pudo hablar con su abogado de oficio, Armando Romano, hasta cinco minutos antes del juicio, celebrado el 21 de septiembre de 1988 en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas de Gran Canaria Su representante legal no presentó recurso de casación ante el Supremo y la sentencia se hizo firme.No obstante, el tribunal que le condenó, formado por los magistrados Luis Arrazola, José Antonio Martín y Martín y Ángel Montesdeoca, dejaba abierta en su sentencia la posibilidad de que la "sanción punitiva" pudiera .subsanarse a través del correspondiente indulto".

Debido a las circunstancias que han rodeado el caso (Carmona Rodríguez había iniciado el último curso de su carrera, con inmejorable expediente académico), los jueces aplazaron la ejecución de la sentencia. A partir de ese momento el condenado simultaneó los estudios con la defensa propia. "Puedo asegurar que soy un auténtico especialista en materia de- indultos, porque me he empapado la doctrina jurídica relacionada con esta cuestión", declaró.

Carmona Rodríguez entiende además que el supuesto de reeducación y reinserción social de las penas privativas de libertad, contemplado en la Constitución, ya se ha cumplido.

Y lo avala con numerosos documentos en la mano: desde un certificado del Registro Central de Penados y Rebeldes del Ministerio de Justicia que asegura que no ha vuelto a delinquir desde 1980 hasta el testimonio escrito de Jorge Mendoza Guznián, director del colegio público Luis Corti de Becerril de Guía (Gran Canaria), donde se produjo el robo hace nueve años, quien acredita su "honestidad y responsabilidad".

En este mismo sentido se manifiestan los alcaldes de Guía y Agaete (municipio en el que vive su novia), el secretario de la residencia universitaria San Agustín de La Laguna (Tenerifé) -su lugar de residencia durante su paso por la Universidad- y distintos profesores de la facultad de Filosofia y Ciencias de la Educación de La Laguna, a la que pertenece.

El condenado ha merecido asimismo los mismos elogios por parte de la Federación Tinerfeña de Yudo y la de lucha canaria, a las que está vinculado como deportista en activo y monitor.

Ha representado a la universidad de La Laguna en campeonatos nacionales universitarios de cross y yudo. Es uno de los alumnos más aventajados de su promoción.IndultoAntonio Manuel Liz Gutiérrez, profesor titular de Lógica en dicho centro y director de su tesina, sobre análisis y evaluación de tecnologías, lo define como una persona de "comportamiento irreprochable" y reconoce el interés del departamento en incorporarle al mismo en calidad de becario de investigación.

Carmona Rodríguez, que se ha especializado en dinámica de sistemas y filosofía de la tecnología, tendrá que renunciar ahora a una bolsa de viaje para asistir en Madrid a las sesiones de trabajo de un grupo de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La privación de libertad le acarreará otros perjuicios: no podrá inscribirse en la Consejería de Educación para realizar sustituciones del profesorado y tendrá que aplazar el comienzo de su curso de doctorado. "Estoy deprimido; la cárcel me llega cuando soy otra persona, nueve años después del error que cometí, y destroza una trayectoria universitaria que me ha costado mucho esfuerzo".

Carmona Rodríguez ha hecho un esfuerzo para ilustrar debidamente sobre su situación a las principales autoridades del Estado. Desde el vicepresidente del Gobierno hasta el ministro de Educación y Ciencia están impuestos en el tema. A todos les ha hecho llegar su petición para que intercedan ante el Rey a favor de su solicitud de indulto total.

El director del gabinete de la presidencia del Gobierno de Felipe González le comunicó ayer por carta que el Ministerio de Justicia ha mostrado interés por su caso, para lo que ha recabado información a la Audiencia de Las Palmas, donde fue juzgado.