Peter Gabriel, por bulerías

Magic flamenco. Así se llamará la aventura en la que Peter Gabriel, de 39 años, ex cantante de Génesis y autor de discos como So o las bandas sonoras de La última tentación de Cristo o Birdy, está a punto de embarcarse: un programa de televisión hecho en Andalucía y dedicado exclusivamente al flamenco del que el artista británico será el presentador. Un proyecto cuya principal característica es dar a conocer a un público mayoritario todo lo relativo al cante jondo desde la perspectiva de una estrella de rock.

Como un martillo. "Un, dos... un, dos, tres... cuatro, cinco, seis... siete, ocho, nueve, diez...". El bailaor Mario Maya golpea una y otra vez la mesa con los nudillos. "Esto es la bulería: un, dos... un, dos, tres...". El ritmo se va extendiendo por La Carbonería, un local de Sevilla en donde todos los jueves por la noche se reúnen los aficionados al flamenco. Maya lleva el compás, marca el acento. Invoca al duende. Una docena de puños le imita desde otras mesas, y alguien, por fin, se arranca a cantar. Sentado frente al bailaor, con cuatro horas ya de fiesta en el cuerpo, inmune a los flashes de las cámaras fotográficas, Peter Gabriel, atento, asiente con la cabeza. Acepta el rito y bebe. Acaban de admitirle en el mundo del cante jondo.Peter Gabriel, que llegó a Sevilla para tomar contacto con los productores del programa Magic flamenco, escucha al cantaor El Cabrerillo en "La Cárbonería, rodeado de curiosos y admiradoresque no dejan de hacerle fotografías desde hace varias horas. Han preparado una pequeña fiesta especialmente para él alrededor de una mesa. "Estamos en un momento idóneo para dar a conocer el flamenco", comenta Gabriel, "porque la gente se siente ahora muy interesada en la pasión y en la fuerza".

Inquieto e investigador

Inquieto, auténtico descubridor de sonidos e investigador de músicas étnicas, Gabriel está dispuesto, si la idea marcha, a sacarle partido en sus propios discos. "Ya intenté trabajar con el flamenco en el elepé anterior, pero no resultó; ahora voy a aprender mucho de los artistas españoles, y me gustaría contar con la colaboración de alguno de ellos". No se arredra ante las dificultades que supone mezclar la música pop y el cante jondo. "En todos mis discos he procuradohacer cosas que sonasen de una forma diferente a lo que componen los demás. He venido a investigar el flamenco para experimentar con él y unirlo a otras formas de música". Luego añade: "No me interesa hacer flamenco puro, porque eso ya está hecho y está bien como está. Lo que me interesa es saber qué puede salir de la mezcla entre el rock y el flamenco".Cita como ejemplo Intruder, una canción que compuso para su tercer disco en solitario y en la que creó un estilo nuevo para el sonido de la batería al sustituir los platillos por tam-tams. "Me gustaría mucho introducir ritmos flamencos con baterías comoésa. El resultado podría ser excitante". En ese momento deja entrever su pasión por las percusiones. "Yo realmente soy un batería frustrado", recalca con desaliento. ¿De la afición a la percusión viene su afición por las músicas étnícas, por los sonidos prímitivos? "Tal vez. Aunque lo que me interesa sobre todo de los sonidos primitivos es su pureza y su contundencia, su ritmo, porque el ritmo es lo más elemental del ser hurnano". Más tarde puntualiza: "El ritmo lo es todo".

Peter Gabriel acaba de editar un nuevo disco, Passion, en el que retorna y amplía el material que utilizó para La última tentación de Cristo. En el trabajo" donde vuelve a explorar en la música étnica, participan el paquistaní Mahmoud Tazibri Zadeli y el indio Shankar. "Ha sido una de las mejores experiencias que he tenido. Yo sentía miedo porque, al pertenecer a dos países enfrentados, hubiese tensiones en la grabación. Aquello terminó como un auténtico matrimonio".

La música, en su opinión, "es sólo un lenguaje universal". ¿Y cuál es su meta? "Mi meta, mi única meta en la música, es explorar". Luego, mientras bebe un sorbo de fino, Gabriel se vuelve hacia un experto en flamenco que le ha acompañado durante toda la noche y le pregunta: "¿Cómo es una bulería?".