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Mi amigo Pepe está hecho un lío

Juan Francisco Martín Seco, anterior secretario general de Hacienda y gestor empresarial en la actualidad, critica en este artículo (del que mañana se publicará la segunda parte) la orientación de la política económica de Carlos Solchaga, especialmente por su escasa vocación redistributiva. El desempleo, la política monetaria y las tensiones inflacionarias, las relaciones con la banca privada y el reciente ingreso de España en el Sistema Monetario Europeo (SME) son otros puntos sobre los que Martín Seco ironiza para hacer patente su desacuerdo.

No, no es por los resultados de las elecciones del 15 de junio por lo que mi amigo está hecho un lío. Mi amigo encuentra compatible la huelga general del pasado 14 de diciembre con el desenlace en España de las elecciones al Parlamento europeo. El primer acontecimiento indicaba, según él, el divorcio existente entre la política realizada por el Gobierno socialista, y las aspiraciones de gran parte de la masa social que un día le prestó su apoyo mayoritario.No cree que este hecho haya quedado desmentido lo más mínimo, y que sea incompatible con que aproximadamente el 20% del cuerpo electoral haya preferido el PSOE a cualquier otro partido de aquellos que concurrían a las urnas. Ahora bien, dado que los porcentajes alcanzados por las otras fuerzas políticas han sido menores, el PSOE ha conseguido un claro triunfo electoral. La democracia es así, en eso consiste su claroscuro. Los éxitos o los fracasos se cosechan no sólo por los propios comportamientos, sino también por la actitud o las realizaciones de las posiciones rivales. La adhesión de un porcentaje relativamente reducido de la población suele ser suficiente para dar el triunfo y el poder consiguiente.

Mi amigo Pepe reconoce el triunfo electoral del partido socialista; pero éso en nada invalída los planteamientos sociales del 14 de diciembre. La existencia de una gran abstención, la pérdida desde 1982 de cuatro millones de votos, la distribución geográfica y sectorial de los apoyos conseguidos, son datos suficientemente elocuentes de que, algo ha cambiado en la sociedad española, y en la opinión que ésta tiene del sistema político y del Partido Socialista Obrero Español.

Recalentamiento

El lío de mi amigo Pepe es económico y no político. Comienza por lo del recalentamiento de la economía, palabra horrible que recuerda más una caravana en carretera en pleno mes de agosto que una docta clase de economía. ¿Recalentamiento con 2.600.000 parados?, se pregunta mi amigo Pepe. El consumo es muy elevado, le responden, la demanda interna crece a un ritmo mayor que la producción. Las fiebres, sigue razonando mi amigo, se estarán generando tan sólo en ciertos sectores de la economía, porque en otros, con la mayor táía de paro de Europa y parte del extranjero (18,4%) deben estar gélidas, y si el mercado funciona tan bien y es tan eficiente, ¿por qué no distribuye el calor un poco uniformemente? A lo mejor es que la mano invisible se ha dormido, o a lo peor es que un poquito de mano visible nunca viene mal.

Programar, planificar (palabra maldita, aunque aparezca en la. Constitución), intervenir en la economía, no debe ser tan malo cuando todos los empresarios lo hacen.Todas las empresas planifican, todas, las industrias programan, ¿por qué es tan sólo la economía nacional la que hay que dejar abandonada a la aleatoriedad y al destino? Esta forma de actuar presenta, sin embargo, una ventaja: cuando las cosas van mal, nadie tiene que asumir los errores, tan sólo fuerzas fatales más allá de cualquier control y responsabilidad son las encargadas de dar una explicación precientífica. Sí, porque Pepe algunas voces piensa que la economía se encuentra en un estado precientífieb, donde el mito, el dogma y una.especie de escolástica sustituyen a cualquier análisis serio.

Edad Media

Cuenta que algunos discursos económicos recuerdan la respuesta de ciertos filósofos de la Edad Media acerca de por qué oyen los animales; los animales oyen, afirmaban seriamente, por que tienen una vis auditiva. Ahora en economía pasa igual, la explicación es evidente, la economía está recalentada. Ahí termina el tema, y así nadie tiene que responder a preguntas tan engorrosas, como: ¿por qué no se produce, habiendo mano de obra disponible, aquello que se, demanda? ¿por qué hay desajustes entre los diferentes sectores productivos? ¿por qué la mayor demanda se transforma en inflación y no en crecimiento? ¿por qué se prefieren los bienes importados a los de producción nacional, o por qué la exportación no puede compensar las importaciones? La economía está recalentada, enfriémosla,, tengamos menos crecimiento, produzcamos aún menos...

Pepe creía que el gran triunfo de la política económica realizada hasta el momento era el control de la inflación. La política, monetaria sabiamente llevada por eminentes expertos había dado sus frutos, claro que para ello había sido necesario someter a la economía a duros ajustes, manteniendo tasas de crecimiento reducidas durante un buen número de años; haber elevado los porcentajes de paro hasta batir cualquier récord europeo; congelar los salarios haciendo perder poder adquisitivo a los trabajadores; practicar una política fiscal regresiva, reduciendo fuertemente el déficit, convirtiendo en contractivo el recurso al Banco de España, y congelando los presupuestos de los servicios públicos, con el consiguiente deterioro en sus prestaciones y sacrificando cualquier mejora en los gastos de promoción social.

Pero eso sí, la inflación estaba dominada, y además, para colmo de regocijo, bien sea por los ajustes, bien sea, más probablemente, a pesar de los ajustes, porque la economía occidental entraba en un período de auge y de bonanza, las tasas de crecimento económico comenzaban a ser satisfactorias.

Danza monetaria

Mi amigo, mi ingenuamente, pensó que era el momento; ahora sí iba a ser posible una pobtica económica progresista, en la que las clases bajas, sobre las que ha bían recaído de forma más dura las medidas restrictivas, pudieran mejorar y participar mínimamente del crecimiento. Ahora sería por fin factible avanzar en un reparto más equitativo de la renta. La segunda legislatura del partidó socialista se iba a caracterizar precisamente por el contenido social de su política... Pero enseguida se escucharon las primeras voces: ¡cuidado, la situación es inestable, la distribución es incompatible con el crecimiento, los rebrotes inflacionistas y los desajustes en la balanza de pagos pueden poner en peligro los logros conseguidos; hay que ser prudente!

¿Cómo es posible?, interrogó mi amigo Pepe. Verás, le dijeron, es queol Banco de España se ha perdido en los Alpes, [activos líquidos en manos del poblico] con tantas desestacionalizaciones, tasas y modelos y ya no sabe muy bien lo que tiene que controlar. ¿Dónde empieza y dónde termina el dinero? ¿Cómo varían las preferencias por la liquidez? Activos viejos, activos nuevos, dinero caliente, seguros de prima única, cesiones, privilegios fiscales, pagarés y letras del Tesoro... forman una danza infernal, difícil, de interpretar.

El caso es que los objetivos monetarios (¿qué objetivos?) han sido de dados, que las previsiones de inflación no se han cumplido, que hemos alcánzado la tasa real de interés más alta de la Europa comunitaria, que la peseta se ha apreciado, en términos reales, respecto a prácticamente todas las monedas europeas, con el consiguiente deterioro de las exportaciones y el crecimiento desmesurado de las importacionos, que la cuantiosa afluencia de capitales extranjeros descontrola de nuevo las variables monetarias. Por todo ello son necesarios nuevos ajustes... y vuelta a empezar.

es economista.

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