Den Xiaoping reaparece públicamente, reafimando la solidez del liderazgo chino
El anciano y máximo dirigente de la República Popular China Deng Xiaoping reapareció ayer, a través de las pantalla de televisión, tras no haberse dejado ver en más de tres meses, lo que había dado lugar a insistentes rumores sobre su estado de salud, sus enfermedades e incluso su posible muerte. En tono relajado, moreno, con buen aspecto y locuaz Deng, que el pasado día 24 de agosto cumplio 85 años recibió en la sede de la Asamblea Popular de Tianamen a Tsung D. Lee un profesor de física de la universidad norteamericama de Columbia de origen chino, para desmentir todos los rumores sobre su persona y dejar en claro que sigue dirigiendo los destino de la República Popular China.
La última vez que se le había visto en público, también a través de la televisión, fue el pasado 9 de junio, cuando apareció felicitando a la cúpula militar .del Ejército Popular de Liberación por el buen trabajo realizado en la represión de las manifestaciones estudiantiles en favor de la democracia, cinco días antes, que dejó en los alrededores de Tiananmen varios, cientos de muertos, según las, cifras oficiales, o varios miles, según otras informaciones, ambas imposibles de confirmar.A esas manifestaciones o, en el lenguaje oficial, a esa rebelión contrarrevolucionaria, se refirió en su entrevista de 70 minutos con Lee, -para afirmar que `nos han dado una importante lección" de la cual, afiadiá, "debemos aprender para construir un Gobierno limpio y honesto".
En alusión al destituido ex secretario general del Partido Comunista Chino, Zhao Ziyang, y a sus seguidores reformistas o liberales, Deng afirmó que "durante aflos algunos de ,nuestros camaradas se concentraron en su trabajo específico, no pusieron suficiente atención al desarrollo ideológico y político, no estuvieron lo suficientemente alerta contra la corrupción, y las medidas tomadas para corregirlo demostraron ser menos que efectivas".
~plos básicos
Mientras que en una de las demandas de los manifestantes -la relativa a la corrupción e ineficacia gubernamental- los nuevos dirigentes chinos parecen estar de acuerdo y decididos a combatirla, en las otras, las que se refieren a una mayor cuota, de libertad política, no están dispuestos a hacer la más mínima concesión.
Deng Xiaoping, el hombre que se propuso modernizar económicamente China y disefió la política de reforma y apertura al exterior, se refería a sueconomía, pero en cuanto a la política, 1a tarea central% el foco en el que debe reflejarse toda la actividad social, son básicos estos cuatro principios: la adherencia a la vía socialista, la dictadura democrática popular, el márxismo-leninismo según el pensamiento de Mao Zedong y el liderazgo del Partido Comunista Chino (PCCli).Para resumir, aftadió el líder chino, "debemos aprender de la experiencia de los disturbios% una lección que el Gobierno y la dirección del PCCh tratan de ensefiar a la población, y en particular a los estudiantes.. Prácticamente en el mismo lugar donde los estudiantes, el pasado mes de mayo, en plena euforia de manifestaciones y discursos aperturistas bajo laasombrada mirada de los líde res políticos, que no sabían qué actitud tomar, y con el apoyo de muchos otros sectores de la población, levantaron en la simbólica plaza de Tiananmen la estatua que dénominaron la diosa de la Democracia, el Gobierno chino erige ahora una escultura de ocho metros de alto que representará a un obrero, un campesino, un sol dado y un intelectual, como parte de las celebraciones del 4OR aniversario de la ftíndación de la República Popular de China, declarada en ese mismo lugar por el gran ffinonel, Mao, Ze dong, el 1 de octubre de 1949.A las celebraciones de este aniversario se les ha querido dar un auge especial, pero van a estar marcadas por el recuerdode lo sucedido en la primavera y por el temor do las autorídades a que se produzca cualquier problema, para lo cual, desde esta misma semana, han reforzado las medidas de seguridad y los controles nocturnos.En el centro de Pekín continúa vigente la ley marcial, impuesta por el impopular primer ministro, Li Peng, el 20 dé mayo, y desde la represión militar de Tiananmen los soldados están apostados en las principales avenidas y cruces de calles, pero en los últimos días, en lugar de uno en cada puesto, hay dos, armados y con casco. Por la noche patrullan las calles vehículos militares y de lasa fuerzas policiales, y se ha comenzado a pedir los documentos de identidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.