España, uno de los países con mas creación de empleo y peores desequilibrios externos

La economía mundial padece serios desequilibrios, pero sigue engordando. Éste vendría a ser el mensaje del informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) correspondiente a 1989, que fue presentado ayer. El informe constata el repunte de la inflación en los países industrializados, un notable aumento del empleo, un fuerte crecimiento de la producción y del comercio y una relativa contención de los desequilibrios fiscales y comerciales. España es citada como ejemplo positivo (crecimiento) del empleo) y negativo (deterioro de la balanza exterior).

El informe señala que los países industrializados disfrutaron en 1988 de un crecimiento mayor al vaticinado por el propio Fondo Monetario, y atribuye esta corrección al alza a que el crash bursátil de octubre de 1987 no tuvo grandes repercusiones y a que la inversión se mantuvo vigorosa. La fuerte actividad económica "llevó a un crecimiento del empleo en los países industrializados de casi un 2% en 1988, con un aumento particularmente rápido en Estados Unidos. Reino Unido, Australia y España". El desempleo, que en el conjunto de los países industrializados bajó del 7,5% de 1987 al 7% en 1988, sigue demasiado alto sin embargo en la Europa continental, bajando a un 9,7% desde el 10,4% del ejercicio anterior.La inflación media de los países industrializados subió del 3% al 3,3%. Según el FMI, el incremento real de los salarios fue muy superior a ese porcentaje, pero el posible efecto inflacionario de los aumentos de sueldo fue contrarrestado por un fuerte aumento de la productividad causado, a su vez, por el empuje de la inversión.

El incremento de los tipos de interés que se registra en el mundo industrializado, forzado por los distintos gobiernos con el fin de contener los precios y evitar el llamado recalentamiento, es visto por el FMI como un fenómeno puramente coyuntural y sin repercusiones futuras.

Crecimiento espectacular

Las cifras más espectaculares del año corresponden al comercio, cuyo crecimiento mundial superó el 9% en 1988. Tal ritmo no se registraba desde 1976. El FMI atribuye el alza a "la vigorosa demanda de importaciones en los países industrializados".

La recuperación de la capacidad comercial estadounidense queda consagrada con un crecimiento real de sus exportaciones que alcanzó el 23% el año pasado, lo que le ha hecho recuperar, en palabras del FMI, "la mayor parte de la cuota del mercado de exportaciones que había perdido entre 1980 y 1985".

En cuanto a los desequilibrios comerciales, el FMI señala que en 1988 se redujeron ligeramente, pero constata con preocupación los "indicios de que el proceso de ajuste está perdiendo impulso". Así, señala que en el primer trimestre de este año creció el superávit de la República Federal de Alemania, el superávit japonés no mostró apenas cambios y creció el déficit de los Estados Unidos. Dentro de los países industrializados al margen de los siete grandes, se hace una mención expresa al "significativo deterioro" de las balanzas exteriores de España y Australia.