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El PP denuncia la introducción de drogas en el hospital Gregorio Marañón

Juan Carlos Sanz

El diputado del Partido Popular (PP) en la Asamblea de Madrid Eduardo Duque ha denunciado públicamente la introducción y consumo de drogas en el hospital Gregorio Marañón, gestionado por la Comunidad. Al mismo tiempo pide la comparecencia en la Cámara del consejero de Salud, Pedro Sabando, para que explique una actuación que califica de "negligente". Por su parte, el gerente del hospital, Francisco Abad, achaca esta situación al ingreso policial de traficantes para su reconocimiento médico.

Duque señaló ayer que el director médico del Gregorio Marañón, el doctor Pedro García Barreno, le confirmó personalmente que aún no se había solucionado el control de la entrada de sustancias estupefacientes en el hospital.Un informe de la fiscalía de la Audiencia Territorial de Madrid y las diligencias abiertas en el Juzgado de Instrucción número 8 de la capital sobre esta cuestión, que le facilitaron responsables del centro, dan fe de la gravedad de la situación, según ha denunciado el diputado de la Cámara regional.

"Los hechos que están ocurriendo en el Gregorio Marañón son vergonzosos, y no se puede entender que ante este gravísimo problema la Consejería de Salud no haya actuado, depurando incluso las responsabilidades correspondientes", declaró Eduardo Duque.

"Negligencia"

El parlamentario del Partido Popular -que ha acusado al consejero Pedro Sabando de "negligencia y falta de responsabilidad" por consentir una situación ya denunciada en 1987-, exigió que se incremente el control en el hospital. El diputado propuso también la utilización de perros adiestrados en la detección de drogas.Por su parte, el gerente del centro, Francisco Abad, precisó ayer que cuando el actual equipo de la Consejería de Salud se hizo cargo de la dirección del centro, en julio de 1987, se pusieron en conocimiento del fiscal las de nuncias presentadas por pacientes y personal sanitario sobre circulación de estupefacientes en el interior del hospital Gregorio Marañón.

El gerente achaca esta situación al constante ingreso de camellos conducidos por la policía para que se les practique un reconocimiento médico. En este examen se comprueba si los culeros (pequeños traficantes que ocultan droga en el ano o en la vagina) portan estupefacientes en el interior de su cuerpo.

Abad señala que tanto los agentes de la Policía Municipal como los del Cuerpo Nacional de Policía continúan con "la tradición de llevar al antiguo Hospital Provincial de Madrid a los detenidos, por su carácter de organismo de la Beneficencia".

Francisco Abad rechazó las imputaciones de que no se hayan tomado medidas para atajar la circulación y consumo de drogas en el interior del hospital, y aseguró que desde hace un año se ha venido incrementando la vigilancia, con la contratación de los servicios de una empresa privada de seguridad, y la centralización de la entrada de visitantes en el nuevo acceso situado en la calle del Doctor Esquerdo.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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