Los pantanos andaluces continúan padeciendo una gran escasez de agua

Las lluvias caídas en Andalucía durante la noche del martes no han servido, al menos hasta la tarde de ayer, para paliar la situación de sequía. Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir dijeron ayer que era prematuro hacer valoraciones, pero el ingeniero jefe en Jaén de la Confederación, Jesús Moriente, señaló que sería necesario que los pantanos de la cuenca recogiesen entre 150 a 200 litros por metro cuadrado para que las lluvias tuviesen efectos significativos.Las tormentas caídas durante la madrugada del martes en Almería originaron el corte de la carretera N-340 entre Aguadulce y la capital, a consecuencia de un alud de piedras que arrancó los quítamíedos de la carretera y cayó al mar, informa Angel González. El tráfico estuvo cortado durante ocho horas por este motivo no se normalizó hasta, prímeras horas de la tarde.

En otros puntos de la provincia se produjeron graves problemas de comunicación, sobre todo en la zona levantina. Una avenida en la rambla del río Aguas inundó la carretera que une Garrucha con Mojácar. Esta última localidad quedó también incomunicada por el corte de la carretera que la une con Turre.

En la comarca de Los Vélez se recogieron hasta 75 litros por metro cuadrado en Chirivel, y en la costa Turre, con 66 litros por metro cuadrado, alcanzó uno de los mayores registros.

El Gobierno Civil de Almería informó de que no se habían producido accidentes a causa de las lluvias y que los servicios de Protección Civil no tuvieron necesidad de intervenir, aunque sí equipos del MOPU que actuaron para despejar los puntos inundados, que son los que habitualmente padecen las consecuencias de las lluvias abundantes.

La Confederación Hidrográfica del Sur no ha evaluado por el momento el volumen del agua que ha sido recogida por los pantanos de la provincia, aunque se espera que en la cuenca del Almanzora las reservas acuíferas experimenten una subida notable.

La intensa lluvia caída la noche del pasado lunes en Córdoba inundó gran parte de las poblaciones de Pozoblanco y Conquista, informa José Luis Rodríguez. Esta última localidad fue la más afectada al desbordarse el arroyo Pedro Fernández, cuyo caudal, que fluye por la población, arrasó numerosas viviendas. El agua arrastró además gran cantidad de coches y pastos y derribó los muros de los puentes que lo cruzan. La mayoría de los habitantes de Conquista, junto con efectivos de la Guardia Civil, trabajaron en el rescate de aquellos vecinos cuyas viviendas se inundaron. No se registraron desgracias personales, pero sí cuantiosos daños que aún no han sido evaluados.

Por otro lado, el granizo destruyó todos los cultivos de huerta y viñas de Hinojosa del Duque (Córdoba), población situada a escasos kilómetros de las anteriores, en el valle de los Pedroches. La tormenta descargó en estos tres municipios unos 70 litros por metro cuadrado.