Michel Rocard se enfrenta a un nuevo lotoño caliente

El primer ministro francés, Michel Rocard, se prepara para un nuevo otoño caliente, que podría convertirse en una repetición de: la agitación social que significó el año pasado el problema más grave desde su llegada al Gobierno, hace ahora 15 meses. Esta expectativa de conflictos coincide con una rentrée política aprovechada. por los principales dirigentes del Partido Socialista, incluidos varios ministros, para criticar la política económica del Gobierno.A seis meses de lacelebración del próximo congreso del Partido Socialista, los dirigentes de las distintas corrientes fijan sus posiciones, a cual más izquierdista, y coinciden en sus ataques a Rocard, el eterno hereje del socialismo francés, quien ayer advirtió de nuevo a sus compañeros de partido y de Gobierno de los costes de las alegrías en la política económica. Ante las demandas sociales de los dirigentes socialistas, Rocard llamó al orden a los ministros que no han respetado la "solidaridad gubernamental".

Además del primer secretariodel Partido Socialista, Pierre Mauroy, que ha exhortado al Gobierno a "pasar a la acción" y a "no olvidar lo social", diversos ministros han criticado la orientación de la política económica y han reclamado una mayor redistribución de la riqueza durante sus intervenciones en la Escuela de Verano del PS, celebrada la semana pasada en la localidad alpina de Risoul.

Entre los críticos han destacado los titulares de Educación (Lionel Jospin), de Relaciones con el Parlamento (Jean Poperen), de Transportes (Michel Delebarre) o de Defensa (Jean-Pierre Chevenement), todos ellos barones del partido o aspirantes a serio. Chévenement, dirigente de la izquierda histórica del partido socialista, ha reclamado "el cierre del paréntesis liberal".

Las críticas han sido tan intensas y abiertas que Louls Mermaz, presidente del Grupo Socialista en la Asamblea Nacional y crítico de Rocard, ha calificado las sesiones de "una deliberación en público del Consejo de Ministros".