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Bolín cuestionó las molestias para el turismo del control antidroga

El senador del Partido Popular Enrique Bolín, detenido el lunes en Gibraltar por llevar en su yate Enrique III algo más de 28 gramos de cocaína y cerca de 2 gramos de resina de hachís, había dirigido una pregunta al Gobierno, en julio de 1988, sobre la efectividad de los controles de la Guardia Civil en una carretera de la Costa del Sol para la detección de drogas, dado que, por este sistema, "no se ha logrado aprehender ningún afijo".El senador afirmaba en el texto que "se crean numerosas molestias a los usuarios de la carretera, en su mayoría visitantes de la zona, que encuentran ahí un inconveniente que podemos calificar de antiturístico".

En abril de este mismo año, Bolín planteó en la Cámara Alta otra pregunta al Gobierno sobre la existencia y control de las plantaciones de adormideras en la provincia de Málaga, "ante los riesgos evidentes que se derivan de la falta de vigilancia de las citadas plantaciones". El senador pedía precisiones sobre la extensión de los cultivos, la producción, las medidas de control del Gobierno, la recolección y la comercialización.

Hoy, veredicto judicial

El juez Félix Pizzarello emitirá hoy, viernes, su veredicto en el juicio del senador, quien se ha reconocido culpable de tenencia e importación de las cantidades de cocaína y resina de hachís, informa Joe García. Bolín, ex alcalde de la localidad malagueña de Benalmádena, declaró en el Tribunal Menor del Peñón el martes que la droga era para su uso personal y que le había sido autorizada por nueve médicos.

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Las leyes de Gibraltar son muy severas en estos casos. La importación de cocaína supone una multa de hasta 1.000 libras (unas 192.000 pesetas) y un año de prisión, más 400 libras y otro año por su posesión. La posesión de resina de hachís puede suponer una multa de hasta 400 libras y seis meses de prisión, más una multa de hasta 1.000 libras, y doce meses por su importación.

En su lucha contra la droga, el Gobierno de Gibraltar endureció su legislación hace tres semanas, en lo referente a las cantidades de diferentes drogas consideradas para el suministro a otras personas.

En el caso de Bolín, con más de 28 gramos, la policía gibraltareña, ateniéndose a esta nueva ley, le acusó en un principio de tráfico, además de importación y posesión. Tras asegurar el senador que la cocaína era para su uso propio, el fiscal general retiró este cargo.

Según su defensa, Bolín hizo escala en Gibraltar para repostar combustible, mientras su uso de la cocaína es como medicamento, bajo autorización médica.

El senador ha pasado tres noches en la cárcel-castillo de Gibraltar, tal como había ordenado el juez, que no accedió a un adelanto de la vista del caso.

[Por otra parte, la ejecutiva provincial del PP en Málaga destituyó ayer a Bolín de su cargo de presidente de la agrupación local del partido en Benalmádena, informa Efe.]

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