Un juez de San Sebastián requisa 18 escopetas a la policía para investigar si disparó postas
El juez Santiago Pedraz, que investiga la procedencia de las postas que hirieron a tres jóvenes el 14 de agosto en San Sebastián, ha requisado 18 escopetas Franchi Llama utilizadas ese día por miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Esas armas, que provistas de bocachas se usan para el lanzamiento de las pelotas de goma, sirven también para el disparo de cartuchos de postas.El empleo de postas por parte de la policía en las manifestaciones está rigurosamente prohibido, tal y como ha recordado el juez Santiago Pedraz. Tres de las escopetas incautadas, las utilizadas ese día por la dotación de la furgoneta policial que se encontraba cerca del lugar donde resultaron heridos los jóvenes, han sido enviadas al Gabinete de Balística para tratar de establecer si los disparos de postas fueron disparados con esas armas.
La requisa judicial de las escopetas Franchi Llama guarda una especial significación, toda vez que se produce después de que dos vecinos de San Sebastián entregaran al juez dos cartuchos de posta, ya disparados, que dicen haber encontrado el día 14, a la hora de los enfrentamientos, entre las 20.25 y las 20.35, en la confluencia del Boulevard y la calle Legazpi, junto en el lugar abandonado momentos antes por una furgoneta policial.
Estos vecinos, hermanos entre sí, han declarado que vieron a un policía antidisturbios efectuar, desde ese punto, varios disparos al aire en dirección a la parte vieja, con una escopeta desprovista de bocacha lanzapelotas.
De acuerdo con este testimonio, el policía realizó estos disparos, después de que estallaran junto a la furgoneta policial varios cohetes lanzados por los manifestantes apostados en la calle San Juan de la parte vieja.
Recorrido policial
La calle Legazpi está situada a dos manzanas del lugar en el que resultaron heridos los tres jóvenes, en la calle Garibay, pero ambos puntos forman parte del recorrido realizado por la dotación policial que fué interrogada por el juez. De hecho, los cinco policías declararon en el juzgado que tras permanecer dos o tres minutos en la calle Garibay, sin llegar a intervenir, ni siquiera con pelotas de goma, extremo éste desmentido por algunos testigos, la dotación se desplazó al Boulevar, a través de la calle Legazpi.Uno de los policías de esa dotación, integrada en una compañía de reserva de Miranda del Ebro, era, precisamente, el responsable máximo del operativo antidisturbios.
Las dos personas que han entregado los cartuchos de postas se decidieron a presentarse en el juzgado a instancias de un periodista con el que contactaron de manera involuntaria.
Los cartuchos, enviados a Balística para determinar si han sido disparados o no por arma de fuego, corresponden al modelo utilizado por el Cuerpo Nacional de Policía y llevan inscrito "postas, 1986", la misma fecha que tienen también grabada otros cartuchos que la policía puso a disposición del juez a efectos de comparación y análisis.
Pese a estos indicios, el Gobierno Civil de Guipúzcoa no ha abierto aún una investigación interna, según fuentes policiales. El intento de confirmar ese dato en el Gobierno Civil de la provincia, resultó ayer infructuoso.
Persiste como incógnita la contradicción entre los informes balísticos, -según los cuales, un cartucho de postas de ese modelo disparado desde 35 metros coloca a sus 12 proyectiles dentro de un círculo de 0,9 metros de diámetro-, y el hecho de que en el momento de ser alcanzados, los tres heridos se encontraran, corriendo por separado, a una distancia claramente inferior.
El juez de San Sebastián que sigue el caso espera todavía que los expertos le comuniquen si las postas disparadas por arma de fuego dejan necesariamente un rastro de pólvora en las prendas que perforan.
