El coche que estalló en Alicante solía tranportar cientos de kilos de pólvora

Joaquín Rigal Vicó, de 22 años y propietario del coche que causó la explosión de San Juan (Alicante) el sábado, solía transportar cientos de kilos de pólvora desde Pirotécnica Levantina hacia otros lugares, según confirmaron ayer trabajadores de la empresa. El gobernador de Alicante, Pedro Valdecantos, confirmó ayer que los Rigal -padre e hijo- trabajaban a comisión para esta firma. El funeral por las ocho víctimas se celebró ayer en un clima tenso.

A pesar de las denuncias de los trabajadores, corroboradas ayer por Bartolomé Merino, delegado sindical de CC OO en la empresa, el gerente de esta firma, Eduardo Samper, negó que el material que provocó la explosión en el hipermercado Pryca procediera de su fábrica.El gobernador civil de Alicante, Pedro Valdecantos, dijo a EL PAÍS que el coche siniestrado estaba en marcha "posiblemente dando un giro" cuando estalló, informa Anunchi Bremón. Valdecantos afirmó que el vehículo llevaba "mucha más carga" de la citada por Joaquín Rigal -para un bautizo en un chalet de San Juan-, posiblemente porque su hijo no se lo había dicho. Entre el contenido, Valdecantos enumeró "cartuchos, pistones, una mascletá y pólvora a granel", más el depósito de: combustible.

La investigación no ha podido determinar el destino del cargamento explosivo ni las razones que llevaron a Joaquín Rigal Vicó y a su acompañante, José Muñoz Molina, a detenerse en el hipermercado Pryca a las 20.45 del pasado sábado, informa Menchu Illán.

El Ministerio del Interior, de un lado, y portavoces de la Generalitat, de otra parte, mantuvieron ayer una guerra particular sobre la responsabilidad de cada organismo en el control de la seguridad en las industrias pirotécnicas. Mientras fuentes gubernativas; afirmaron que la competencia para cerrar industrias pirotécnicas peligrosas corresponde al Gobierno autónomo, portavoces de la Generalitat subrayaron que la Consejería de Industria había remitido varios informes al Gobierno Civil de Alicante en los que se advertía que Pirotécnica Levantina, filial de Pirotecnia Zaragozana, no reunía las normas de seguridad. Todos coincidieron ayer en resaltar que es imposible controlar las "imprudencias personales" en una zona donde resulta frecuente que la gente traslade material pirotécnico en sus vehículos. Tanto la Administración central como la autónomica afirman que la legislación sobre material pirotécnico no se cumple.

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Eugenio Burriel, señaló ayer a este diario que no interrumpió sus vacaciones en Menorca por la ausencia de vuelos con Valencia en domingo y agregó que había estado en permanente contacto telefónico con la delegada en funciones, Concepción Saénz.

Unas 200 personas asistieron ayer en Alicante al funeral por las ocho Víctimas del accidente. Los fallecidos fueron posteriormente enterrados en sus poblaciones de residencia. Las dos heridas graves en la explosión continuaban ayer estacionarias.