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EL IMPACTO ECONÓMICO DE LA FALTA DE AGUA

La sequía causa pérdidas en el sector agrario por valor de unos 100.000 millones de pesetas

A unos 1.00.000 millones de pesetas se podrían elevar las pérdidas ocasionadas por la sequía durante los últimos meses en el campo, según datos manejados en medios agrarios. La falta de agua ha tenido consecuencias especialmente graves para los cereales en las zonas del centro, arroz y algodón en el sur y para el conjunto de la cabaña ganadera en todo el país por la falta de pastos. La escasez de lluvia mantiene los embalses, al 42,7% de su capacidad y ha provocado una caída del 62% en la producción de energía hidroeléctrica en el primer semestre del año.

Los agricultores temen que la sequía tenga también efectos negativos en las próximas semanas sobre cultivos de regadío como maíz y remolacha. En diferentes comunidades autónomas se ha solicitado la declaración de zona catastrófica. Por el momento, solamente se ha producido respuesta de algunos gobiernos regionales con ayudas de escasa cuantía.Castilla-León y Andalucía se situarían a la cabeza de las zonas con mayores pérdidas, aunque los cultivos afectados son diferentes.

Según, Julián Borja, de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores de Sevilla, la reducción de ingresos supone entre 25.000 y 30.000 millones de pesetas, especialmente por dos productos: arroz y algodón.

En arroz, la falta de agua hizo que las siembras fueran el 30% respecto a la campaña anterior con 8.000 hectáreas, lo que supone un descenso de ingresos de 8.000 millones de pesetas. En algodón, frente a las 135.000 hectáreas de 1988, este año, solamente se han cultivado 50.000 hectáreras. En este descenso ha influido tanto el techo fijado por la CE como la falta de agua.

Las pérdidas producidas en este sector se sitúan en unos 15.000 millones de pesetas. La escasez de agua se teme pueda afectar también a los rendimientos del maíz. En el olivar, la situación también es negativa. Ha sido solicitada declaración de zona catastrófica.

Para José Luis del Pozo, de la Asociación Independiente de Salamanca y vicepresidente de ASAJA, las pérdidas en Castilla y León se situarían globalmente 25.000 millones de pesetas."Esto", señala, "es lo que ha sucedido hasta la fecha. Si no llueve, las pérdidas pueden ser mucho más graves en producciones como maíz, patata o remolacha".

Los rendimientos en los cereales han sido casi un 50% inferiores a la media de los últimos años, con menos de 1.500 kilos por hectárea. En algunas zonas, la calidad ha sido inferior a las exigencias de la intervención. Igualmente se califica como muy grave la situación de la ganadería extensiva que es preciso aprovisionar ya con cisternas de agua y pienso, emergencia que nunca se producía por estas fechas. El gobierno regional ha dispuesto ayuda vía créditos de 20.000 pesetas por hectárea de cereal al 6%.

En Aragón, señala José Luis Mayayo, de la Asociación Agraria, la sequía afectó especialmente a la zona de Cinco Villas donde la Diputación General ha iniciado medidas de apoyo. En el conjunto de la región, los cereales se han visto afectados por la falta de calidad, lo que ha supuesto unas pérdidas que estiman en unos 10.000 millones de pesetas. De cara a los próximos meses se teme la falta de agua suficiente para las zonas de regadío que afectaría al maíz y a las producciones hortícolas.

En el conjunto de la cornisa y Galicia, los problemas se centran en la falta de pastos suficientes y la necesidad de acudir en estas fechas a la alimentación con piensos adquiridos fuera de la explotación. Los ganaderos tienen que aportar paja y alfalfa, así como agua al pie de las fincas. Solamente en Cantabria se barajan unas pérdidas de unos 4.500 millones de pesetas.

En otras comunidades como Extremadura y Castilla-La Mancha la falta de agua afecta negativamente a las producciones de maíz. En Extremadura por la falta de recursos suficientes en los embalses y en Castilla-La Mancha por la necesidad de sacar el agua a mayor profundidad con el correspondiente aumento de costes.La falta de agua puede acelerar la maduración de algunas producciones hortícolas. La importante ganadería extensiva en ambas zonas, especialmente en ovino, se ha visto seriamente perjudicada.

Las previsiones

Por cultivos, en relación con las previsiones iniciales del Gobierno, destaca la caída en cebada. De los 9,7 millones de toneladas previstos, solamente se esperan unos 8 millones, con un descenso de casi 2 millones de toneladas y con una calidad baja. Esto mismo ha sucedido en el caso del trigo. En girasol, aunque la superficie es igual o superior a la de hace un año, la producción no llegará al millón de toneladas frente a 1,2 millones; de 1988. Se espera asimismo un recorte en la cosecha de maíz donde se preveían 3,4 millones de toneladas. En en olivar, la falta de lluvias ya ha repercutido negativamente, aunque se debe esperar lo que suceda en otoño. Habrá fuerte recorte en arroz y algodón. Finalmente en viñedo, para la Unión de Bodegas, la cosecha se situará en unos 35 millones de hectólitros, cantidad ajustada a la media. En medios agrarios, sin embargo, manchegos se habla solamente de 28 millones.Todos los medios agrarios insisten en manifestar sus críticas contra una Administración que en años de lluvias importantes y sin problemas de agua no ha dado los pasos suficientes para regular las cuencas de los ríos y evitar que se pierda cada año tina gran parte de los recursos disponibles.

El seguro integral de cereales al asegurar solamente el 65% de las cantidades máximas gararitizas, no cubre las expectativas medias de cosecha esperadas por el sector y, en consecuencia, sólo compensa una parte mínima de las pérdidas por la sequía.

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