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Operación catarsis

Cuatro comisiones investigan los escándalos de la Administración que dirigió el socialista Papandreu

El Gobierno formado en Grecia el pasado 2 de julio por los conservadores de la Nueva Democracia y la Coalición de Fuerzas de Izquierda y de Progreso (predominantemente comunista) intenta desde hace más de un mes poner en práctica la catarsis (purificación) prometida durante la campaña electoral y que persigue dilucidar las responsabilidades en los diferentes escándalos que, desde 1981, salpicaron la gestión del Gobierno del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK). La mayoría parlamentaria lograda el pasado 18 de junio por las fuerzas del actual Gabinete ha conseguido crear cuatro comisiones investigadoras, una para cada escándalo.

El 'caso Koskotas'. La primera comisión investiga el escándalo Koskotas. Constituida el 19 de julio por 12 miembros, debe entregar su informe el 26 de agosto. Analiza la eventual responsabilidad en el escándalo del ex primer ministro Andreas Papandreu, del ex viceprimer ministro y ministro de Justicia Agamenón Kutsogiorgas, y de los ex ministros Panyotis Rumeliotis (Economía), Dimítri Tsovolas (Hacienda) y Georgios Petsos (Transporte y Comunicaciones). Si se les declara culpables, serán llevados ante un tribunal especial.El escándalo estalló en el mes de octubre pasado, cuando se descubrió en el banco de Creta, que dirigía Georgios Koskotas, un agujero de 230 millones de dólares. Koskotas, de 35 años, huyó el 6 de noviembre y se refugió en EE UU, donde está en prisión acusado de fraude. Atenas ha solicitado su extradición.

Según diferentes investigaciones, Koskotas utilizó supuestamente las cuentas privadas de su banco para financiar un imperio periodístico: cinco revistas semanales, una mensual y tres diarios. También compró el club de fútbol Olympiakos, del Pireo, el más popular de Grecia, y repartido comisiones en medios deportivo, periodístico y político. En este último, Kutsogiorgas y Petsos están acusados de corrupción. privada. Kutsogiorgas, que fue número dos del Gobierno, es sospechoso de haber recibido, en una cuenta suiza, dos millones dé dólares de Koskotas por haber hecho votar, hace un año, una ley que cubría las actividades ilegales del banquero. Petsos está acusado de haber recibido soborno para ayudar a Koskotas en la creación de su imperio y por haber incitado a tres empresas públicas a depositar sus caudales en el Banco de Creta. Tsovolas está acusado de haber pagado las deudas de un amigo de Papandreu, Socratis Kalkanis, vinculado a Koskotas. A Rumeliotis se le reprocha saberlo todo y no hacer nada.

La acusación contra Papandreu -"el responsable político que estaba al tanto de cuanto sucedía", según el líder conservador, Constantino Mitsotakis- hace referencia a los depósitos de empresas públicas en el Banco de Creta, sus relaciones con Kalkanis y con otro de sus amigos, el hombre de negocios Georgios Luvaris. Koskotas dice que entregó a Luvaris más de medio millón dé dólares para Papandreu.

El maíz yugoslavo. El 13 de julio, el Parlamento creó una comisión para investigar las responsabilidades del ex ministro delegado de Finanzas, Nicos Athanasopulos, en la venta, en 1986, de maíz yugoslavo a los países de la CE, y que Atenas presentó como producto griego, lo que supone un fraude de 3,3 millones de ECU a la Comunidad. Un fiscal comunitario solicitó en junio que Grecia pague una indemnización de 3,8 millones de dólares. La comisión, de 12 miembros, entregó su informe el 4 de agosto y se pronuncio por la comparecencia de Athanasopulos ante el tribunal, de acuerdo con la ley sobre la responsabilidad de los ministros.

Todo comenzó el 8 de mayo, cuando el carguero Alfonsina, con 9.000 toneladas de maíz yugoslavo, atracó en el puerto de Salónica. Al día siguiente parte hacia el Pireo, con dos certificados falsos de la aduana de Salónica y del Ministerio de Agricultura, en los que la carga se presenta como griega. Alertada, la aduana de Amberes, en Bélgica, decomisa la carga.

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Más tarde, desde una delegación de la CE se envía a Grecia un documento falso, donde se certifica que el maíz se había cargado en el puerto de Kavala. Según la acusación, un fraude. similar se hizo antes -con la nave Ramingo.

Las escuchas telefónicas. El 28 de julio, el Parlamento creó una comisión investigadora para analizar las responsabilidades de Papandreu en escuchas telefónicas ilegales desde 1985.

Debe entregar su informe a comienzos de septiembre.

La mayoría de los diputados ha considerado a Papandreu como único responsable, ya que tenía al servicio de inteligencia (EYR), que hizo instalar las escuchas, bajo sus órdenes directas. Los conservadores han afirmado que existía una amplia red que escuchaba las comunicaciones telefónicas de los adversarios de Papandreu, de ministros socialistas, de propietarios de periódicos y de periodistas. Según la acusación, las escuchas eran masivas y funcionaban varios centros, particularmente en el subsuelo del palacio Máximos, sede del Go-, bierno, y en el Servicio de Protección del Secreto de las Comunicaciones Telefónicas, donde el 18 de julio se descubrió un sistema de escuchas.

El 'contrato del siglo'. El 9 de agosto, a petición de los conservadores, el Parlamento decidió por unanimidad crear una comisión encargada de examinar las condiciones de compra que en 1985 los socialistas establecieron para 40 Mirage 2000 franceses, 40 F-16 norteamericanos y 300 misiles franceses Magic 2, lo que en Grecia se conoce como el contrato del siglo.

Es una comisión sin atribuciones especiales. Tras la entrega del informe, dentro de tres semanas, los conservadores tienen la intención de acusar directamente a Papandreu quien, de 1981 a 1985, fue también ministro de Defensa, y aplicarle la ley sobre la responsabilidad de los ministros.

Según los conservadores, Grecia perdió unos 1.600 millones de dólares y los socialistas pagaron los aparatos demasiado caros, cometiendo un grave error al elegir dos tipos de avión, lo que supuso un coste adicional de 500 millones de dólares. La derecha también acusa a Luvaris de haber sido intermediario en la compra de los Magic 2 y de haberse embolsado una comisión.

Para los socialistas, la derecha no tiene en cuenta los diferentes tipos y opciones, equipos, sistemas y programas, demasiado caros, pero indispensables para las particulares necesidades de Grecia. En lo relativo a la elección de dos aviones, los socialistas han subrayado que se trataba de una "opción política clara" para no depender de una sola fuente de suministro y, sobre todo, para no estar a merced de un eventual embargo norteamericano.

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