Agentes españoles y ecuatorianos intercambian datos pn resolver el secuestro de Martín Berrocal
La familia de Pablo Martín Berrocal atraviesa momentos de incertidumbre al no haber recibido en Quito ninguna comunicación de los secuestradores del empresario taurino español, cuando ayer se cumplió una semana de su captura. Los investigadores ecuatorianos están intercambiando información con los dos agentes españoles enviados a Quito para colaborar en la investigación del secuestro.Los funcionarios españoles -un oficial de la Guardia Civil y un comisario- han facilitado información sobre los negocios del empresario en España, mientras los investigadores ecuatorianos han transmitido los pormenores del secuestro.
El comandante general de la policía, Gilberto Molina Espinosa, declaró a EL PAÍS que ha convocado una reunión a la que asistirán los jefes de los departamentos policiales de Ecuador que investigan el secuestro y los funcionarios españoles para coordinar las indagaciones.
El comandante general explicó que las policías de España y Ecuador están en permanente comunicación desde el primer día del secuestro, y añadió que por el momento no tienen indicios para atribuir la autoría del hecho a ningún grupo. A pesar de que oficialmente se manejan todo tipo de hipótesis, altas fuentes de la policía de Ecuador creen que el origen y la causa del secuestro podrían proceder de España, donde el empresario tiene importantes negocios.
Agentes del servicio de investigaciones especiales que llevan el centro de las indagaciones consideran "muy oscuro" el secuestro en Ecuador del empresario español, puesto que aquí organiza cinco corridas de toros al año y sus negocios son más bien simbólicos, frente a las boyantes empresas que dirige en España y que son las que realmente han creado y engrosan su fortuna.
El secuestro, según los agentes del servicio de investigaciones especiales, fue ejecutado por profesionales que no han dejado rastro alguno. Estos especialistas comparan su forma de actuación con las acciones ejecutadas por las mafias colombianas del narcotráfico, "limpias, sin rastros".
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