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Un eclipse total de Luna se verá esta madrugada durante más de una hora

Un eclipse total de Luna se producirá en la madrugada de mañana, 17 de agosto, entre las 4.20 y las 5.56, según las referencias horarias peninsulares. Este eclipse será visible en toda España, Europa, África, América -con excepción de Alaska- y el océano Atlántico. "Su denominación astronómica es Saros 128 y tendrá una fase máxima de 1,604, es decir, será un eclipse grande", ha explicado Ángel de Castro, del Observatorio Astronómico de Madrid.

Los habitantes de Escandinavia, de la zona oriental de África, del Este de la Península Arábiga y de Madagascar serán quienes mejor puedan gozar de este espectáculo. A pesar de que el eclipse va a ser pleno, la Luna no será totalmente invisible. Se apreciará en su circunferencia un fuerte color rojizo o naranja metálico."Se produce un eclipse de Luna cada vez que hay un alineamiento Sol-Tierra- Luna, de manera que esta última, en su movimiento orbital, cruza el cono de sombra proyectado por la Tierra", comenta Julio Mezcua, subdirector de astronomía y geofísica del Instituto Geográfico Nacional. Normalmente, este hecho ocurre dos veces al año, pero no siempre el eclipse es total y visible desde España. Si nuestro planeta y el satélite estuviesen en el mismo plano habría un eclipse en cada vuelta, pero la Luna tiene un movimiento muy complejo. Debido a la inclinación de su órbita, el satélite pasa por encima o por debajo del plano del ecuador de la Tierra sin penetrar en la zona de sombra. Aunque por el giro de la Tierra el movimiento aparente de la Luna es de Este a Oeste, su movimiento con respecto al plano del cielo, a las estrellas, es en sentido contrario.

Ocultamiento pleno

La duración máxima de la totalidad (ocultamiento pleno) de los eclipses es de 1 hora y 42 minutos cuando la Luna cruza el centro del cono de sombra. "Si el disco lunar se interna sólo en parte de la sombra proyectada por la Tierra, se origina un eclipse parcial. Antes y después del ocultamiento, cuando el planeta no tapa todo el disco solar, se produce un oscurecimiento del satélite, un eclipse penumbral", señala Julio Mezcua.La Luna suele quedar completamente oculta durante un eclipse total, pero en algunas ocasiones tiene una débil iluminación. Ello se debe a que la atmósfera de la Tierra refracta algo de luz hasta el centro del satélite. Dado que la luz azul se dispersa en la parte inferior de la atmósfera, predomina la luz roja y con esta tonalidad puede aparecer la Luna. Raramente se aprecian unos puntos brillantes, en particular los cráteres Aristarchus, Copernicus, Kepler y Ticho. Se cree que este fenómeno puede deberse a la luminiscencia de algunos materiales lunares.

"El movimiento de la Luna es muy caprichoso por las perturbaciones que ejercen los planetas, pero se ha estudiado desde la antigüedad y hoy se tiene un amplio conocimiento del mismo. Las observaciones astronómicas de los eclipses sirven para comprobar los movimientos y la situación relativa del alineamiento Sol-Tierra-Luna, tomar datos de posición y estudiar ocultaciones de estrellas", observa Manuel López Arroyo, director del Observatorio Astronómico de Madrid.

En ciertos países los astrónomos anuncian los eclises con todo detalle y los astrólogos advierten quién puede verlos y quién no. El astrónomo griego Aristarco de Samos (320-250 antes de Cristo), mediante observaciones realizadas durante un eclipse lunar, efectuó el primer cálculo riguroso de la distancia a la Luna, basándose en la curva de la sombra proyectada por la Tierra sobre su satélite.

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