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Venezuela decide subastar su deuda externa para convertirla en inversiones

Los venezolanos decidieron subastar su deuda externa para convertirla en inversión, imitando el ejemplo de los remates de obras de arte, donde concurren los coleccionistas y galerías para pujar por los mejores precios. A diferencia de Chile, México, Brasil y Argentina, el Gobierno venezolano adoptó un modelo de conversión de deuda en capital más sencillo y transparente, según aseguró el domingo la ministra de Hacienda, Eclé Iturbe, al anunciar la primera subasta que se efectuará en los primeros días de septiembre.

El novedoso mecanismo consiste en la exposición pública mensual de paquetes de proyectos seleccionados por la designada Comisión 89, y a la cual podrán concurrir los inversores con las diferentes ofertas de descuento que están dispuestos a aceptar por su deuda. Por ahora existen 67 solicitudes de proyectos para convertir deuda en capital, que totalizan 3.600 millones de dólares, afirmó el superintendente de Inversiones Extranjeras, Juan Carlos Pérez Segmini.

El objetivo de la conversión

Sin embargo, el objetivo de conversión de la deuda apenas representa 600 millones, y no todo lo previsto en los proyectos. "No toda la inversión se refiere a conversión", dijo la ministra Iturbe al aclarar que la conversión será para el componente nacional, es decir, cada proyecto de inversión que venga por esta vía tiene que traer dinero fresco, porque sólo se le permite la conversión para el gasto en bolívares. "El gasto en divisas del proyecto se tiene que traer de afuera". Explicó que, por el momento, no se quiere convertir altas cifras, por cuanto se pretende evitar los efectos inflacionarios del modelo al ser aplicado. Y la Comisión 89 calificará ahora todos los proyectos que concursen para ver cuáles son más convenientes para Venezuela.

A pesar de la opinión generalizada de que la conversión de la deuda en capital no es muy favorable ni recomendable para los países de América Latina, la ministra Iturbe dijo que en forma limitada es ventajosa, porque permite que algunas áreas de inversión prioritaria para el país puedan ser atractivas para el inversionista extranjero.

El Estado tiene un beneficio porque se está adquiriendo deuda y la está comprando a descuento, con lo cual obtiene una ventaja. Pero agregó que también tiene "desventajas cualitativas, y es que como el mecanismo estaba vigente, todos los inversionistas extranjeros quieren entrar por conversión de deuda y no hay suficientes recursos para satisfacerlos a todos".

La subasta ofrece mayores oportunidades a los compradores de deuda en el mercado secundario que a los bancos invirtiendo sus propias deudas.

Aunque comprar con descuento significa un subsidio del Estado, la subasta podrá auxiliar al Banco Central de Venezuela, ya que el que presta más descuento será seguramente el beneficiado y además le ahorra coste al instituto emisor.

Por otra parte, América Latina habrá transferido desde 1982 hasta finales de 1989, en concepto de servicio de su deuda, unos 200.000 millones de dólares (23,4 billones de pesetas), según cifras manejadas recientemente por el secretario permanente del Sistema Económico Latinoamericano (SELA), Carlos Pérez del Castilo. El SELA mantuvo su reunión periódica la semana pasada en la ciudad colombiana de Cartagena con vistas a buscar una solución concertada al problema de la deuda.

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