Toshiki Kaifu, virtual primer ministro de Japón

Toshiki Kaifu será elegido hoy por el Parlamento nuevo primer ministro de Japón y sucesor de Sosuke Uno al frente del Gobierno, tras ser designado ayer presidente del Partido Liberal Democrático (PLD), en el poder, en una votación de los parlamentarios y de los delegados provinciales del partido. Con el acceso de Kaifu al poder, los liberales japoneses tratan de reconducir la situación de su partido, que a finales de julio sufrió el mayor descalabro electoral de su historia a causa del escándalo Recuit y de las relaciones del primer ministro con una geisha.

Los resultados de la votación en el PLD, la primera en los catorce últimos anos, reflejaron fielmente las previsiones. Kaifu -que fue el parlamentario más joven de su tiempo al ser elegido representante de la Cámara Baja a los 29 años por la provincia de Aichi, donde nació-, aparte del apoyo de su propia facción, liderada por Toshio Koinoto, tenía asegurada la ayuda de las tres principalesfamilias dentro del partido: las de Takeshita, Abe y Nakasone. El nuevo líder, destacado orador, que desde joven atrajo la atención del que llegaría a ser el primer ministro Takeo Miki y quien le inició en la vida política, obtuvo 279 votos. Los otros dos candidatos obtuvieron el respaldo de casi el 40% de los compromisarios. Yoshiro Hayashi quedó segundo con 120 votos y Shintaro Isihara fue tercero con 48 votos.

La elección del casi seguro nuevo prime ministro, casado y con dos hijos, está prevista para hoy. Según la constitución japonesa, cada Cámara elige por separado al nuevo primer ministro. Es muy probable que en la Cámara Alta sea elegida Takako Doi, presidenta del Partido Socialista Japonés (PSJ), gracias a la mayoría lograda por la oposición en las pasadas elecciones, pero la última palabra la tiene la Cámara Baja. En ésta, Kaifu saldrá nominado debido a la confortable mayoría que en ella tiene el PLD, por lo que con toda seguridad será nombrado nuevo jefe del Gobierno.

El dirigente liberal, de 58 años de edad, tendrá un período de prueba para demostrar su capacidad de gobierno hasta finales de octubre, fecha en la que los liberales celebrarán su congreso. Su principal tarea será impedir que en ese plazo la oposición consiga forzar la convocatoria de unas elecciones anticipadas.

Toshiki Kaifu fue también afectado por el escándalo Recruit y confesó haber recibido donaciones por valor de 14 millones de pesetas entre 1983 y 1988, pero sin participar en la Lamosa compra de acciones antes de su cotización oficial en la Bolsa. Mantiene una posición moderada entre las aspiraciones de los veteranos del partido y las demandas de mayor libertad de los más jóvenes.

Pédida de confianza popular

Sin embargo, como líder del PLD, Kaifu deberá enfrentarse a los problemas que tiene planteados el PLD: pérdida de confianza popular debido al escándalo Recruit; indignación de amplios sectores de población por la imposición de un impuesto del 3% al consumo y, finalmente, por la liberalización de determinados productos agrarios. Pero también tendrá que demostrar su capacidad de liderazgo y personalidad para ejercer una jefatura de Gobierno libre de manipulaciones de las diferentes ramas del partido. Los expertos, y también gran parte de la opinión pública, consideran que su acceso a lajefatura de Gobierno está enmarcado en un acuerdo entre facciones. El escándalo Recruit ha dejado en la cuneta a toda la plana mayor de los liberales, aunque sólo temporalmente.

Las encuestas de opinión mostraron ayer un amplio pesimismo entre la población acerca de las posibilidades de Kaifu de cambiar al PLD. Un 82% de encuestados opinó en una encuesta de la televisión que el elegido no tiene posibilidad de hacer cambios profundos y sólo el 33% admitió que votaría por el PLD si las elecciones se realizaran ahora, informa Andrew Horvat, de The Independent.

Algunos ya llaman a Kaifu "la segunda marioneta de Takeshita", después de la primera, que fue Sosuke Uno. No sólo debe a Takeshita el apoyo de su facción -la más numerosa dentro del partido- sino que también ha sido uno de sus principales mentores en su carrera política.