Dos agentes, heridos por una bomba en Navarra en un nuevo atentado de ETA contra la Guardia Civil

Dos guardias civiles resultaron heridos de pronóstico reservado en un atentado perpetrado a las 10.50 de ayer en el kilómetro 37 de la carretera nacional 130, que une Pamplona y San Sebastián. Un comando terrorista, presumiblemente de ETA Militar, activó a distancia un artefacto de tipo hornillo escondido junto a la carretera al paso de un vehículo patrulla del Subsector de Tráfico de Pamplona en el que viajaban ambos guardias. El atentado se produjo en una curva muy cerrada del puerto navarro de Azpiroz en la que los vehículos deben reducir mucho la velocidad.

El blindaje del vehículo Renault CX, matrícula PGC-3316-D, contra el que atentaron los terroristas salvó la vida a ambos agentes.El coche quedó completamente destrozado por la explosión, que igualmente provocó daños a otros dos automóviles, uno de ellos extranjero, que circulaban por la zona en ese momento. El artefacto estaba compuesto por unos 15 kilos de amonal y 30 de metralla colocados dentro de una bombona de gas butano, según informó la Delegación del Gobierno en Navarra.

Los dos guardias heridos ingresaron en la clínica Universitaria de Pamplona a las 11.30. Antonio Cancho Victorio, de 40 años, natural de Estepona (Málaga), casado y con cuatro hijos, sufre traumatismo craneofacial y conmoción cerebral, así como una lesión en la articulación del tobillo derecho y traumatismo en el tímpano por la onda expansiva. Ingresó en observación en el centro sanitario pamplonés. Su pronóstico es reservado.

Mientras, Víctor Núñez Vega, de 27 años, natural de Ponferrada (León), casado y con un hijo, sufre traumatismo craneofacial con conmoción cerebral y lesión en la articulación del tobillo izquierdo, con probable fisura del maxilar inferior y erosiones múltiples por la rotura de los cristales del vehículo. Ingresó igualmente en observación. Su pronóstico también es reservado. Los dos agentes continuaban ingresados en dicho centro hospitalario a última hora de la tarde de ayer.

Antonio Cancho pertenece al Subsector de Tráfico de Pamplona desde 1985, cuando llegó voluntario a la capital navarra. Víctor Núñez lleva sólo un mes en dicho Subsector, al que también se incorporó voluntariamente el pasado 1 de julio.

Efectivos de la Guardia Civil establecieron diversos controles de carretera inmediatamente después del atentado.

Activada a distancia

Según fuentes de la Delegación del Gobierno en Navarra, los terroristas cavaron un agujero junto a la carretera en el que colocaron el artefacto explosivo. Según los especialistas policiales, el comando debió de activar la bomba a distancia, mientras sus miembros permanecían ocultos entre los abundantes árboles situados en el paraje montañoso del puerto de Azpiroz.

El artefacto había sido colocado por los terroristas en un punto estratégico del puerto de montaña, junto a la calzada, y en una cerrada curva en la que los vehículos deben reducir considerablemente la velocidad, lo que facilitó que la onda expansiva alcanzase de lleno al vehículo.

El Gobierno foral de Navarra hizo público un comunicado en la tarde de ayer en el que condena la acción.

El último atentado etarra contra la Guardia Civil fue cometido el pasado 23 de julio cuando un comando lanzó cinco granadas de carga hueca contra la casa cuartel del Cuerpo en la localidad vizcaína de Orozko, acción en la que no se produjeron daños personales.