La herencia Karajan supera los 30.000 millones de pesetas

La fortuna que dejó al morir el director de orquesta Herbert von Karajan asciende a 3.500 millones de chelines austríacos (más de 30.000 millones de pesetas) y causará un problema de impuestos testamentarios a nivel internacional, según un breve informe hecho público en Zúrich por Werner Kupper, el abogado suizo que le llevaba sus asuntos legales y era su hombre de confianza. Herbert von Karajan nació en Salzburgo, Austria; tenía residencia en Saint Moritz, Suiza, y tenía doble nacionalidad: de Austria y de Lichtenstein.El abogado Werner Kupper tiene poder total para administrar la herencia. En lo que se refiere a Telemondial, la empresa multinacional de Karajan, con sede legal en Mónaco, será administrada con Kupper por el colaborador de años de Karajan y jefe de esa misma firma, Uli Markle. Según periódicos vieneses, Karajan decidió no dejar a su viuda Eliette a la cabeza de sus empresas "para aliviarle la carga que significaría llevar una herencia de esta envergadura".

Kupper dijo que el desaparecido director dejó alrededor de 40 obras grabadas de orquesta y ópera, realizadas en sus últimos años de trabajo. Las tres primeras de estas obras serán entregadas al mercado mundial estas navidades.

El festival privado de Karajan, Osterfestspiele, creado por él como su propia competencia al Festival de Salzburgo, seguirá su última voluntad por lo menos hasta 1991.

¿Nazi?

El martes pasado trascendieron las investigaciones realizadas por un organismo estadounidense sobre el supuesto pasado nazi de Karajan, y que en el supuesto de haber prosperado habrían conducido a la prohibición de su entrada en el país. Las investigaciones fueron suspendidas por la muerte del director en julio (ver EL PAÍS de ayer).

Neal Sher, responsable del organismo que condujo a Kurt Waldheim, presidente de Austria, a la la Watch List (la lista negra norteamericana), declaró que las investigaciones sobre el director se habían centrado en "las relaciones de Herbert von Karajan con el partido nazi y con Hermann Goering". Además, según Sher, se había "investigado qué relación tuvo Karajan con la expulsión de músicos judíos que tocaban en la orquesta que él mismo dirigía".

["Muchos alemanes admiraron a Hitler al comienzo, pues construía vías férreas y demás, pero von Karajan continuó admirándole incluso después de que se descubrieran las atrocidades de los campos", declaró a Reuter el biógrafo del director, Roger Vaughan, autor del libro Herbert von Karajan, un retrato biográfico (1986). "Nunca dijo: 'Lo siento'. Hubiera hecho cualquier cosa antes de admitir que se había equivocado". De acuerdo con Vaughan, von Karajan sólo le presionó en dos aspectos de su biografía: su pasado nazi y determinadas críticas. "Aquí hablamos de vanidad. Nunca vi a nadie con un ego tan fuerte".]