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'Pacto de caballeros' en Irán

Rafsanyani, seguro ganador, y Cheibani disputan la presidencia de la República Islámica sin enfrentamientos directos

Ángeles Espinosa

Los iraníes son corteses hasta en plena campaña electoral. Ni el candidato favorito, el hasta ahora presidente del Parlamento, hoyatoleslam Alí Akbar Hachemi Rafisanyani, ni su rival, el diputado liberal Abas Cheibani, se han tirado los trastos a la cabeza. Un pacto de caballeros y el marco común de los principios de la revolución islámica han evitado ataques cruzados y ruido de sables. La convicción generalizada de que el hombre del régimen se hará hoy con la presidencia de Irán no aclara, sin embargo, qué senda va seguir este país tras la muerte de su guía, el imam Jomeini.

Se equivocaron los que auguraban una contrarrevolución inmediata para el mismo día en que falleciera el venerado anciano. Ante la sorpresa de muchos, entre ellos algunos de los oponentes al régimen instaurado en Teherán en 1979, los distintos segundones que aspiraban a suceder al impulsor de la revolución islámica cerraron filas en torno a la herencia espiritual del ayatolá en lugar de enzarzarse en una lucha abierta por el poder. Incluso el heredero destituido, el ayatolá Alí Montazeri, respaldó, pocos días después de su designación, el nuevo liderazgo encarnado por el jefe del Estado saliente, Mohamed Alí Jamenei.Transmitir normalidad y dar la sensación de una transición sin traumas parecía constituir la consigna. La inminencia de la elección presidencial, a la que Jamenei ya no podía presentarse por haber agotado el máximo de dos mandatos que permite la Constitución, ha facilitado el reparto de poder. Tarea ésta a la que ha ayudado sin duda el referéndum constitucional que se celebra simultáneamente con los comicios de hoy y del que dos días antes se desconocía su formulación exacta. La reforma propuesta, que ha recibido de antemano la aprobación de Jamenei, prevé la modificación del sistema de dirección ideológica y religiosa del país y, entre otros cambios, refuerza la autoridad política del presidente.

Aspirantes al 'trono'

Dos de los principales aspirantes al trono del imam se encuentran ya colocados. La incógnita que los observadores del hermético cosmos iraní tienen planteada ahora se centra en el tercer hombre en liza, el hijo y colaborador del imam fallecido, Ahmad Jomeini. Algunos medios han apuntado la posibilidad de que vaya a ocupar la presidencia del Majlis (Parlamento). La hipótesis no es descabellada, pero choca a corto plazo con la inexperiencia parlamentaria de Ahmad. El cargo constituye, no obstante, uno de los puestos claves de influencia política del país.Tampoco parece claro que Montazeri, discretamente apartado del escenario cortesano desde que Jomeini le retirara su confianza, vaya a permanecer en silencio. Sus ambiciones esperan, con toda seguridad, alguna fisura en el esquema evolutivo de sus adversarios para entrar de nuevo en juego.

De momento, el apoyo no sólo de todas las personalidades destacadas del régimen, sino, lo que es tan importante, del bazar, el influyente medio de los negocios iraní, garantizan a Rafsanyani el éxito en la contienda de hoy. Con Jamenei apartado de los asuntos cotidianos, gracias a la reforma constitucional, el nuevo hombre fuerte dispone además de un amplio margen de maniobra para encaminar la República Islámica hacia una nueva era. Los retos son considerables.

Empobrecido por ocho años de guerra y con una sociedad trastrocada aún por los efectos del cambio de régimen, Irán se enfrenta hoy a la necesidad de hacer compatible la prosperidad con el ideal de justicia social y los valores islámicos. Los propios dirigentes iraníes han reconocido la urgencia de una modernización tecnológica que, salvo sectores muy extremos, no ven incompatible con la ideología imperante. Así, Rafsanyani ha fijado como prioridad, durante la campaña, la autosuficiencia alimentaria y la mejora de los sistemas de distribución.

En el plano exterior, no hay que llamarse a engaño. La fama de moderado y pragmático que ha acompañado a Rafsanyani en la Prensa occidental no va a traducirse en un giro radical de sus postulados internacionales. El presidente in péctore de Irán ha hecho suyo el lema del régimen: "Ni Este ni Oeste".

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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