Inminente venta a Irak de una partida de proyectiles que pueden ser cargados con armamento químico
La junta interministerial reguladora de las exportaciones de armas aprobará probablemente hoy la venta a Irak de una partida de vasos de proyectiles, pese a que un informe del Ministerio de Defensa advierte que podrían ser rellenados con sustancias químicas. La empresa fabricante, Trebelan, SA, ha presentado certificados de las autoridades iraquíes que aseguran que las carcasas serán cargadas con explosivo convencional. A principios de año, el Gobierno levantó el embargo de venta de armas que pesaba sobre Irak e Irán.
El levantamiento del embargo se produjo meses después del acuerdo de alto el fuego en la guerra del Golfo Pérsico, y a partir del mismo se ha reiniciado oficialmente el flujo de exportaciones de armamento desde empresas españolas hacia Irak e Irán. Las ventas al último de dichos países son las que han alcanzado mayor volumen, según fuentes conocedoras de este tipo de comercio. La solicitud presentada por la firma Trebelan, SA, con sede en Vitoria, despertó, sin embargo, los recelos de la junta interministerial y ha sufrido una demora de casi tres meses en su tramitación.La citada empresa pidió licencia para exportar 500 vasos de munición de artillería pesada a la compañía estatal iraquí Hutteen General Establishment, por valor de 25 millones de pesetas. Aunque en principio la solicitud se tramitó sin ningún problema, el Ministerio de Asuntos Exteriores planteó la duda de si las carcasas podrían ser rellenadas con armamento químico.
Diversos organismos internacionales, incluida la ONU, han denunciado al Gobierno de Bagdad, que encabeza Sadam Hussein, por el empleo masivo de armas químicas en su guerra con Irán y en el posterior genocidio del pueblo kurdo. Las autoridades de Teherán aseguraron en su momento que las armas químicas utilizadas porlos iraquíes iban en carcasas de fabricación española.
Para disipar sus dudas, la junta recabó la opinión del Ministerio de Defensa. El departamento que preside Narcís Serra presentó un informe en el que afirma que es técnicamente posible rellenar las carcasas con sustancias químicas. La empresa fabricante criticó este documento, muy aséptico, según personas que lo conocen, con el argumento de que la utilización de los vasos como portadores de armamento químico sólo sería posible después de una corrección costosa e insegura que haría absurda la operación. Directivos de Trebelan, SA, viajaron recientemente a Bagdad, donde obtuvieron certificados de uso final de los vasos, firmados por los ministerios iraquíes de Industria y Exteriores, así como por la empresa compradora, en los que aseguran que éstos serán cargados con explosivo convencional (TNT).
Nueva munición
La junta analizará en su reunión de hoy estos certificados y decidirá si son suficientes para disipar cualquier sospecha en torno al empleo de los vasos como contenedores de sustancias químicas. Fuentes de la empresa fabricante se han mostrado convencidas de que obtendrán la correspondiente licencia, aunque han expresado también su temor a que la difusión de la noticia le perjudique. Dichas fuentes aseguran que la finalidad de las carcasas es la de servir para las pruebas de un nuevo tipo de munición de artillería pesada, de calibre grueso (210 milímetros) y hasta 60 kilómetros de alcance, diseñado por la firma española. Si estas pruebas tienen éxito, Trebelan podría construir en Irak una planta para fabricar la nueva munición, valorada en varios miles de millones de pesetas.La firma vasca, dedicada a la ingeniería militar, fundamentalmente munición de artillería, nació hace sólo cinco años y en 1988 tuvo ya 700 millones de pesetas de facturación. Según sus directivos, esta empresa, de capital privado y con una plantilla de sólo 45 empleados, la mayor parte ingenieros, es una de las de más rápido desarrollo del sector. Entre sus proyectos está la instalación de una fábrica de municiones en Pakistán, por valor de 50 millones de dólares, y la venta a un país de Oriente Próximo de un centenar de unidades de un nuevo vehículo multiuso, por valor de hasta 400 millones de dólares, según publicó Diario 16.
Por su parte, la empresa estatal Construcciones Aeronáuticas, SA (CASA), pretende vender a Irak más de 50 unidades de su avión de entrenamiento C-101, por valor de unos 60.000 millones de pesetas, según la publicación Jane's Defense Weekly. CASA compite por este contrato con la firma británica British Aerospace y con la francesa Marcel Dassault. La Empresa Nacional Santa Bárbara niega que vaya a instalar una planta de producción de pólvora esferoidal en Irán.
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