'Marcianada'
Una tonta y mal hilvanada historieta -historia es demasiado decir- traída por los pelos, apoyada en triviales, vacías fantasías y en extravagancias argumentales inútiles y que se ven venir: tal es el endeble entramado y la armazón seudoargumental que sostiene a esta peliculilla norteamericana carente del más mínimo ingenio, tópica y a medio camino entre la comedieta sin gracia, es decir desgraciada, y el comic de ficción científica sin rastros de inquietud ni misterio.Nada habría que decir acerca de este engendrillo, merecedor a todas luces de la elocuencia del silencio, de no estar sus mediocres imágenes, o cromitos, Kim Basinger, una bella actriz que merece mejor suerte, pero que sigue sin orientar su carrera hacia arriba, sino más bien al contrario, en filmes bobos y facilones corno éste, que sólo se salvan por su presencia y, en este caso, por el contrapunto que esta presencia obtiene en Dan Ackroyd, que corre con la parte terrena (aunque su personaje está en las nubes) de la marcianada.
Mi novia es una extraterrestre
Dirección: Richard Benjamín. Guión: Jerico, Weingrod, Harris y Reynolds. Estados Unidos, 1988. Música: Alan Silvestri. Intérpretes: Kim Basinger, Dan Ackroyd. Estreno en Madrid: cines Imperial, Vaguada, Bilbao, Multicines Pozuelo, Rosales, Bilbao, Vergara, Rialto y (en versión original subtitulada) Rosales.
"Película de verano"
Se dice que Mi novia es una extraterrestre es una "película de verano", extraño género que nos hace añorar el invierno. El desierto de las carteleras en estos meses no se salva con falsos oasis, que encubren la sequía absoluta con una apariencia de comedia sofisticada que, en realidad, es una pura obviedad, un pedestre sustituto del cine.
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