Son las once de la mañana, la misma hora en Canarias
Debate en las islas sobre la propuesta de un diputado a favor de que se unifique el horario con la Península
La petición del diputado canario Pablo Hurtado, del Grupo Mixto, de unificar la hora de las islas con la del resto del país es, entre bromas y veras, tema de comentario este verano en el archipiélago. Hurtado, que abandonó meses atrás el CDS porque le vetaban algunas iniciativas sobre las islas, cree hablar con propiedad desde una tierra que cuenta con los mejores telescopios de Europa para observar el Sol, el astro que marca el tiempo. Su propósito no es reivindicar el meridiano cero, que estuvo en Hierro antes que en Greenwich (Reino Unido), sino "acabar con una discriminación".
Quien le anima a dar la batalla por la puntualidad entre canarios y peninsulares es un capitán jubilado de la Marina Mercante, ex profesor de Astronomía y Navegación, Ricardo Génova, a quien nadie antes hizo caso en sus tesis a favor del nuevo orden horario.El diputado, que es abogado en ejercicio, basa su defensa de la proposición no de ley que ha presentado en el Congreso en dos principios fundamentales: el sentido común y la Constitución. Cita el buen criterio portugués, que ha homologado los relojes de Madeira con los de Portugal, o el mismo caso de Córcega con Francia y de Cerdeña con Italia. Pero cree además que se trata de un asunto de igualdad entre los ciudadanos, según contempla la Carta Magna. Hurtado Samper no ignora que su propuesta traerá cola política si prospera y que, por lo pronto, no ha sido tomado muy en serio en las islas.
El cambio de la hora insular será objeto de debate probablemente en el mes de septiembre, tras las vacaciones parlamentarias. Para entonces los relojes estarán a punto de retornar al horario de invierno. Su autor, que persigue acabar con 60 minutos de descuento en el archipiélago en relación con la Península y Baleares, vende sus ventajas ante la opinión pública con el argumento de que en la actualidad la diferencia horaria "incide negativamente en todo tipo de transacciones mercantiles, bursátiles y contractuales, así como legales".
Hurtado recuerda que las empresas públicas o con sede en la Península y Canarias pierden al día dos horas de comunicación, al comienzo y final de la jornada. En su opinión, se producen pérdidas no contabilizables, como, por ejemplo, coger el avión en Canarias y aterrizar en Barajas con una hora de retraso. Sin embargo, para Alfonso Pérez Díaz, gerente de Iberia para Canarias occidental, "el pasajero está acostumbrado y sabe que nuestra compañía da siempre los horarios locales de salida y llegada.
En general, los detractores de la idea destacan el beneficio que reporta para las islas, con un sector de servicios predominante, la publicidad gratuita del tópico "una hora menos en Canarias", que se repite con frecuencia en la radio. Tal latiguillo en boca de todos los locutores, y que para algunos fue en su origen un eslogan ocurrente para reafirmar la españolidad de Canarias, ha pasado a ser, curiosamente, una cuña sin gastos con la que se anuncia este destino turístico.
La mayor paradoja ha sido, incluso, que 67 años después del real decreto de Antonio Maura por el que fue unificado el horario en las islas los nacionalistas canarios no quieren ni oír hablar de "la misma hora que en España". "Aquí el sol se pone a las 6.30 y en Madrid a las 7.30. Decir lo contrario es una tontería. Por qué negarlo, nos molestaría tener la misma hora que ellos", declara Antonio Cubillo.
Ningún inconveniente
Hurtado no parece arrugarse ante las críticas -"el rechazo de los africanistas me parece lógico", dice, y cree que con su propuesta está haciendo un favor a los empresarios, a pesar de que el presidente de éstos en Tenerife, José Fernando Rodríguez de Azero, califica la misma de "intrascendente". "En 20 años de experiencia empresarial no he notado ningún inconveniente por el hecho de tener una hora menos".En Las Palmas se han pronunciado también en contra de la posible medida exportadores y comerciantes. Lo que para algunos es una chorrada o un afán de protagonismo del diputado, que ha sido estos días censurado y felicitado al mismo tiempo en cartas al director en los diarios locales, para otros, como el teniente de alcalde de Santa Cruz, Luis Suárez Trenor, viejo simpatizante de la idea, "es un tema que debe ser estudiado".
Las urnas se cierran en Canarias una hora después que en la Península, y en las islas no se parte el año con las 12 campanadas de la Puerta del Sol. La población insular ve los programas de televisión de sobremesa antes de almorzar, y los escolares no llegan a sus casas a tiempo de disfrutar con los dibujos animados. Es el encanto de lo raro o la fuerza de la costumbre.
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