Defensa pregunta a 40 pilotos si mantienen su petición de pasar al retiro

El Ministerio de Defensa ha remitido cartas a una cuarentena de pilotos, a los que en su día denegó el pase voluntario al retiro, en las que les pregunta si mantienen su propósito de abandonar las Fuerzas Armadas, según ha podido saber EL PAÍS de fuentes militares. El departamento que dirige Narcís Serra adoptó esta iniciativa días antes de que se conociera el pasado miércoles la primera sentencia de la Audiencia Nacional sobre el contencioso de los pilotos, que condena al Ministerio a acceder a la petición del demandante.El número de cartas remitidas a los pilotos que quieren pasarse a las líneas aéreas comerciales coincide con el de tenientes licenciados la pasada semana en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia). El propósito de Defensa es el de solapar la incorporación de los nuevos oficiales con la concesión de las bajas a que obliga la Audiencia Nacional, de forma que no se produzca un vacío en las unidades operativas de la Fuerza Aérea.

Defensa, según trascendió ayer, ha decidido recurrir ante el Tribunal Supremo las sentencias de la Audiencia Nacional, pero dicho recurso, en opinión de los medios jurídicos consultados por este diario, no exime al ministerio de su cumplimiento. Lo que sí puede hacer éste es ejecutar las sentencias una por una, en la medida en que se vayan produciendo, de forma que el abandono de los pilotos se produzca de forma escalonada y no haya una desbandada que pondría en peligro la operatividad de las unidades.

En octubre del pasado año Defensa congeló todas las peticiones de baja presentadas con el argumento de que, por su alto número, suponían un riesgo para la seguridad nacional.

Los pilotos afectados, actualmente 118, decidieron recurrir a los tribunales por considerarse objeto de un trato discriminatorio con respecto a sus 140 compañeros que anteriormente habían conseguido el retiro.

La Audiencia Nacional ha dado la razón a los demandantes y ha criticado a Defensa por considerar que no argumentó de forma suficiente el distinto trato dado a unos y otros, ni elaboró una normativa que objetivara la concesión de los retiros.