Encarcelados sólo tres de los cuatro policías del 'caso Atocha' sobre los que pesa orden de prisión

El inspector Adelardo Martínez García es el único de los cuatro agentes procesados por el caso Atocha que no ingresó ayer en prisión, aunque también pesa sobre él una orden de detención y prisión cursada el lunes por la Audiencia Provincial de Madrid. Este policía trabaja en el archivo de la Dirección General de la Policía. Según el testimonio de un compañero suyo, lleva dos días sin ir al trabajo. El ahogado de Martínez dijo ayer que éste se presentará hoy.

Pérez Gutiérrez y Cabezas se presentaron ayer en La Audiencia donde se les tomó declaración tras la notificación de su procesamiento por tres asesinatos y por apropiarle de parte del botín de un robo. La Sala ordenó su ingreso en la prisión de Carabanchel.Los procesados negaron su participación, en los hechos y manifestaron que sólo contestarían a las preguntas de su defensor. Ambos se declararon insolventes para prestar la fianza de 50 millones de pesetas para posibles indemnizaciones. Gutiérrez se encuentra suspendido de empleo y sueldo por estar procesado en otro sumario que sigue la Sección Séptima de la misma Audiencia por su presunta participación en el asesinato de otro delincuente, Antonio Vilariño.

El único procesado que continúa en libertad, a pesar de la orden de detención cursada el lunes, es Adelardo Martínez, procesado también en el caso el Nani y luego absuelto. Francisco Javier Fernández Álvarez ya está preso por su condena en ese sumario.

Adelardo Martínez está destinado en el archivo central de la Dirección General de la Policía, donde comunicaron ayerque no acudía al trabajo desde su última guardia. Aunque estas fuentes no precisaron cuándo fue esa guardia, indicaron que ni ayer ni anteayer estuvo en su destino.

La resolución de la Audiencia establece que los cuatro procesados tenían conocimiento previo del robo e intención de acabar con la vida de los participantes en el atraco. Cuando los procesados tuvieron la certeza de que los atracadores estaban en la tienda, se apostaron en el portal del edificio para esperar a que salieran. El primero en hacerlo fue Feliciano Martín de Paredes al que, sin oportunidad de defensa o huida, dispararon cuatro balas entre Pérez Gutierrez y Fernández Álvarez, "una de ellas a bocajarro en la frente, entre ceja y ceja, y otra a quemarropa", explica el auto. Pablo Pardo Ruiz, que salía detrás de Feliciano, retrocedió hasta el descansillo donde Fernández Álvarez y Cabezas le dispararon cuatro veces.

La Audiencia considera que los policías Fernández, Pérez y Cabezas sabían que el tercer atracador, que consiguió huir, era Jose Luis Fernández Corroto por lo que, como también tenían decidido acabar con su vida, montaron una operación de vigilancia en la calle Granada de Móstoles por donde sabían que pasaría". Cuando paró en su coche, Fernández Alvarez le disparó cuatro tiros, mientras Cabezas permanecía en el coche policial.

El auto de la sección sexta. de la Audiencia requiere a los procesados para que presten fianza por valor de 50 millones de pesetas para cubrir posibles indemnizaciones por las muertes de los tres delincuentes. La Audiencia establece también la responsabilidad civil subsidiaria del Estado.

Caudales públicos

El valor de lo robado en la joyería fue de 7.600.000 pesetas. Sin embargo, los propietarios solo recuperaron joyas por 4.000.000. El auto de procesamiento explica que una buena parte de lo sustraído fue recuperado por los cuatro procesados "que se quedaron para sí con una cantidad por valor superior a 500.000 pesetas". Estos hechos fundamentan la imputación de un delito de malversación de caudales públicos.Francisco Javier Fernández Álvarez ha sido procesado también por falsedad en documento público porque "realizó como instructor los atestados policiales sin hacer constar la realidad de los hechos".